CAPÍTULO DÉCIMOQUINTO


Viko acompañó su amiga a su casa, parecía que se encontraba mejor, pero sabía que no era así, la dejó enfrente de su casa, esperándose a que ella pasara.
Sintió pena por su amiga, a ella le tocó vivir algo por el estilo, solo que le daba la sensación que lo de su amiga era peor, muchísimo peor que lo que sintió ella por aquel sinvergüenza.
Jenny era una chica fuerte, pero esta vez la iba a costar mucho superar lo que había visto en la sala de ensayos, ella, era de las que pensaban que había que dar segundas oportunidades, pues no siempre era cierto lo que se veía, dando lugar a malos entendidos. Esta vez era imposible equivocarse, lo había visto con sus propios ojos, cuanto deseaba que fuera una ilusión.
Abrió la puerta de la casa y entró, no quería que nadie la viera, no deseaba dar explicaciones de porque tenía los ojos rojos y llorosos a la vez que su rostro sin apenas color, su corazón estaba echo pedazos.
¿Por que tuve que enamorarme?—dijo en voz baja, al mismo tiempo que una lagrima corría libremente por su mejilla, intentando alcanzar a sus compañeras.
De haber sabido que dolía tanto amar a una persona, hubiera preferido no enamorarse en su vida, prefería una vida sin amor, solo con el cariño y el respeto hacia esa persona le hubiese bastado, que sentir que se estaba muriendo por dentro y lo mas gracioso es que él no tenía culpa de nada, trató de avisarla.
Ahora podía ver las señales que le daba tiempo atrás, sus advertencias, el misterio con que muchas veces decía las cosas, las miradas de: “Mantente alejada de mí”.
No quería reconocerlo, hasta ahora.
Entrando en su habitación, cerró la puerta, no quería que nadie la molestase, estaba muy cansada tanto física como emocionalmente, solo deseaba dormir y no despertar jamás.
Viko se quedó preocupada por su amiga, nunca la había visto así, esperaba de todo corazón que pronto se recuperase o al menos que se repusiera lo suficiente para seguir adelante.
Estaba cerca de su casa asi que sacó las llaves de su bolso, cuando alguien la sujetó por detrás, dándola un susto tremendo, preparándose para salir corriendo a la mínima oportunidad.
--Tranquila soy yo – oyó hablar a Hyung , esa voz era inconfundible, Hyung la abrazó por detrás, juntando sus cuerpos, Viko se apoyó en el, tranquilizándose y dejándose llevar por ese abrazo que tanto necesitaba.
Dejando salir las emociones contenidas horas antes, haciendo de pilar para su amiga, pero la verdad es que
ella no era tan fuerte como creía y sufría por ella, se conocían desde la infancia, habiendo pasado por muchas cosas y era la primera vez que veía a su amiga derrotada, siendo Jenny quien le daba consuelo a ella, ahora era su turno y no sabía que hacer, sintiendo como los ojos se le llenaban de lágrimas, cerrándolos, pero las lágrimas ya corrían por su cara.
--¡Ey! – dijo Hyung cariñosamente, se movió quedando enfrente de ella, levantó una mano para secar su cara pero era imposible contener el llanto de su chica, por lo que la acercó mas a su cuerpo, uniéndose en un abrazo.
Viko apoyó la cabeza en su hombro, notando como poco a poco se iba serenando hasta dejar de llorar, estuvo abrazada a él un poco más, estaba muy bien así, su sentimiento desolado fue cambiando poco a poco hasta convertirse en deseo.
Hyung notó el cambio de ella con su propia reacción,se separó un poco de ella para mirarla a los ojos, tenía que besarla, era una necesidad, bajo lentamente su rostro hacía el de ella, se paró a escasos centímetros de sus labios, dándola tiempo suficiente para retirarse si no quería ser besada.
Viko no le dio tiempo, salvó la distancia uniendo sus labios, unos labios suaves y hambrientos de ella, su beso se hizo mas profundo, buscándose con la lengua, separándose y volviendo a unirse desde un ángulo diferente.
Las manos de él se movían lentamente por su espalda hacía abajo, hasta que una de ellas se posó en su nalga derecha apretándola contra él, sintió su erección, provocándola un débil gemido que fue silenciado por los besos de el.
Cogiendo su mano, se separó de ella mirándola con deseo, aparto la vista hacía otro lado, arrastrándola la llevó a un pequeño portal oscuro cerca de allí, la casa parecía abandonada, desde la calle no se les veía, por lo que no tenían que preocuparse si los pillaban.
Hyung la apoyó contra la pared, para continuar lo que habían empezado en medio de la calzada. Sus besos se hacían mas profundos y atrevidos, sus manos mas osadas, Viko cada vez se atrevía mas a tocarlo, posó una mano en el pecho de Hyung y empezó a desabrocharle la camisa lentamente, hasta dejar al descubierto parte de su cuerpo, posó su mano en el duro abdomen del chico, formado por días y días de entrenamiento y ensayos.
Tocando cada músculo y delineándolo con las yemas sus dedos, ahora fue él, al que le tocó gemir al sentir los labios de la chica en su cuello, su lengua juguetona hacía estragos en él, mordiéndose el labio inferior para no llamar la atención de las personas que pasaban por allí.
Hyung posó su lengua en el lóbulo de la oreja de la chica, a la vez que la daba un pequeño mordisco causando nuevas sensaciones que le corrían por todo el cuerpo.
Viko posó una mano en el bien formado trasero del chico, atrayéndole más y más cerca de su cuerpo, molestándoles la ropa que había por medio.
Levantó la camiseta que llevaba la chica, cogiendola por los bordes hacía arriba, ese día no se puso el sujetador, dejándola los senos al descubierto, volvió a besarla al mismo tiempo que su mano cubría uno de los senos de la chica masajeándole suavemente.
Hyung se separó un poco de ella, para bajar despacio hasta atrapar la linda rosa que coronaba su pecho, con su lengua juguetona y terminar en sus labios, haciendo que temblase de deseo.
Viko estaba mojada y deseosa de hacerlo con él, nunca había sentido tanto placer, ni cuando lo hizo la primera vez con su ex novio.
No fue, hasta que notó la mano de él en su intimidad, cuando sonó la alarma de su interior, volviéndola a la realidad de donde se encontraban, solo a unos escasos cincuenta metros de su casa, a riesgo que su familia los descubriese.
La tentación de dejarse llevar era muy grande, sobre todo esos increíbles dedos suyos, haciendo estragos su voluntad, queriendo mas de él, no se enteró cuando le había quitado la falda, su cuerpo estaba sumido en un estado de embriaguez por la magia de sus dedos, soltando pequeños ruiditos contenidos.
Con la otra mano levantó su pierna haciéndola apoyar en la pared de enfrente, para tener mejor acceso a su cuerpo.
El poco control que tenía sobre sí misma, se evaporó al instante de sentir el miembro de él introducirse en lo profundo de su ser, Hyung la besó al mismo tiempo atrapando el grito de ella y el de sus propios gemidos
Cada vez se movía mas rápido, era la primera vez que perdía el control de su cuerpo, estaba sorprendido, nunca antes había deseado tanto a alguien como la deseaba a ella.
La chica se tensó dando lugar a un intenso orgasmo, sus gemidos fueron silenciados por su boca, haciendo que su cuerpo se preparase para el suyo propio.
Justo a tiempo, su cuerpo se separó del de ella, logrando derramarse fuera, estaba tembloroso, fue increíble, levantando la mirada hacía ella.
Se veía preciosa con el pelo pegado en su rostro, sus labios entreabiertos intentando respirar lentamente, ella se giró un poco para mirarlo, sus labios se curvaron en una pequeña sonrisa, esos labios que le Traian loco, la volvió a besar, lenta y delicadamente no queriendo separarse de ella pero era inevitable ya era tarde y no quería que ella tuviese problemas por su culpa, se separo de ella ayudándola a vestirse y acomodando su ropa.
--Siento todo esto, creo que no te di opción a que lo pensaras, te arrastré conmigo sin preguntarte si quieras, no se lo que me pasó ahí fuera,—señalando la calle donde empezó todo-- pero no soy así créeme la dijo apenado.
--¿Te arrepientes? – le dijo ella –¿ me estas diciendo que lo sientes?.
--No, no podría aunque quisiera, eres muy importante para mi y esto, solo es una demostración de lo que siento por ti, pero para una chica es diferente, puede que esto no este bien…
Viko le puso un dedo en la boca para silenciarlo.
--No te arrepientas yo también lo deseaba, para mi, tú también eres importante, ni te imaginas cuanto.
Hyung la besó apasionado, volviendo el deseo entre los dos.

Una hora más tarde
Viko estaba recostada en su cama recordando el momento increíble pasado con Hyung, ella no era así-- ¿Qué habría pensado él? ¿Qué era una chica fácil?—dándose la vuelta y tapándose la cabeza con la almohada gimiendo de rabia.
--¿Cómo lo miraría a la cara, cuando se lo encontrase? Y encima una mala amiga ella teniendo el orgasmo de su vida y Jenny destrozada por ese sinvergüenza de Saeng.
--Ahhhhhhhhhh, gritó, silenciando el sonido con la almohada.
En otro lugar
Jenny daba vueltas en la cama no podía dormir, en su mente solo estaba Saeng tumbado en el suelo, sin camiseta, con una pierna semi doblada y la otra totalmente estirada en el suelo, encima de él había una chica sentada a horcajadas sobre sus caderas, con un conjunto deportivo casi inexistente, cubría con su cuerpo el de Saeng, el pelo lo tenía esparcido sobre ellos, impidiéndola ver el rostro a ninguno de los dos.
Una de las manos de la chica, estaba apoyada en el pecho de Saeng, no la tenía quieta precisamente, mientras que la otra mano estaba apoyada en el suelo manteniendo el equilibrio. Las manos de Saeng las tenía puestas en la cintura descubierta de la chica sujetándola.
Se veía claramente lo que estaban haciendo los dos tirados en el suelo. Se fijó que la chica era menudita y delgada, con manos pequeñas y delicadas, su pelo largo era liso y de color castaño oscuro casi negro parecía asiática pero no se apreciaba bien.
No se lo podía quitar de la cabeza, se hizo ilusiones creyendo que ella le gustaría al menos un poco, recordando los momentos que habían pasado juntos- una lágrima empezó a surgir abriéndose camino por su rostro, otras la siguieron nublándole la vista.
Mañana sería otro día se repondría como fuese, no iba a dar señales de debilidad a nadie, aunque por dentro se estuviese muriendo.
--¿Qué haría cuando se encontrase con él?, mañana era día de estudio, -tapándose la cara con las manos sollozando—iba a ser un día muy duro , se comportaría como si nada hubiera pasado, pero eso sí guardando las distancias, no iba a jugar más con ella, nuca se imaginó que fuese un chico al que le gustaran las chicas tanto como cambiarse de camisa. La verdad es que no se pasó cuando estaban juntos, o es que no le gustaba lo bastante como para haber llegado a algo más.
En casa de los chicos
Baby estaba tumbado sobre la cama con los brazos detrás de la cabeza, una pierna flexionada y la otra estirada encima del cobertor de la cama, estaba mirando al techo pensando en horas antes, una pequeña sonrisa apareció En su cara .
--¿Cómo pudo hacerlo? , ¿Estaba loco? ¿Desde cuando era tan atrevido?, desde luego los aires de España le estaban afectando, solo de pensar en Viko su cuerpo reaccionaba – soltó un suspiro poniéndose de medio lado
Pensó en Saeng y en el problema que tenía encima, sobre todo ahora que Jenny lo sabia fue un mal momento en que llegaron, si hubieran tardado un poco más, todo sería mas sencillo de explicar, ahora era demasiado tarde y lo lamentaba por él y la chica, si se lo hubiese dicho antes como le aconsejé, esto no habría llegado demasiado lejos – cerrando los ojos se dispuso a dormir—
Saeng se paseaba nervioso por la habitación, no podía dormir, solo pensaba en Jenny e imaginando lo que vio, desde luego que si fuera al revés habría reaccionado peor, todo le acusaba ¿Cómo le explicaría?, lo tenía muy difícil – sentía un nudo alojado en la boca del estomago, que cada vez se hacía mas grande .
--¿ por que tuvo que venir a la misma universidad que yo?, no hizo ya bastante cuando me dejó, que ahora vuelve para complicarme más.
--¿Cómo le explico que no hice nada, que fue ella la que lo empezó todo? – se paró en seco, empezó a enfurecerse por momentos, ahora lo comprendía todo, fue una artimaña de Lee Hory
Sacó el teléfono de su bolsillo e hizo una llamada a Lee Hory, esto no podía dejarlo así, tenía que saber por que lo hizo.
--¿Lee? Contéstame – dijo airado -- ¿Por qué lo hiciste?........... no me digas que no sabes de lo que te hablo………. ¿Por qué?................Lee estas loca y colgó.
-¿Qué iba hacer ahora?, solo lo hizo por celos, la recepcionista llamó dando el aviso de que unas chicas subían a vernos. ¿Por qué no me dijo nada?
Desolado se fue a su habitación, intentaría dormir, mañana sería otro día.
FIN DEL DÉCIMOQUINTO CAPITULO

One Response so far.

  1. Evy says:

    u.u pobre saeng y jenny..me encanto este cap ^^

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