CAPÍTULO DUODÉCIMO
Saeng fue el primero que lo oyó, no quería separarse de ella, era la primera vez que la tenía en sus brazos y no la quería soltar tan pronto.

El sonido era persistente, Jenny no tuvo más remedio que contestar, por una vez que podía disfrutar de su compañía y la tenían que llamar en ese preciso momento.
-¿Si?, !queee!... ahora vamos…… estoy con Saeng…… dame la dirección….de acuerdo vamos para allá.(guardándose el móvil)
--¿Quién era? Preguntó Saeng.
--Viko, necesitan ayuda, por lo visto les han pinchado las ruedas, están cerca del parque San Miguel. Han llamado a una grúa pero les han dicho que tardara un poco en llegar y Viko no quiere regresar muy tarde a su casa, me ha pedido que si la podemos llevar.
--OK, vamos entonces.
Emprendieron el camino de vuelta ya que el coche de Saeng estaba cerca de la sala de juegos.
Iban en silencio como si nada hubiera pasado entre ellos, eso la ponía de los nervios, pues no sabía como actuar en este caso.
Saeng estaba inquieto, quería cogerla de la mano pero no se atrevía, después de todos ya casi habían llegado a donde estaba el coche estacionado.
Cuarto de hora mas tarde
El coche giró a la izquierda, llegando al parque de San Miguel,
Saeng divisó el deportivo de baby , aparcó justo detrás del suyo, se bajó y fue a ayudar a Jenny, que ella por su cuenta ya se había bajado e iba donde estaba Viko y baby
--¿Que pasó? dijo Saeng, mirando las llantas reventadas del coche.
--No se, la verdad, no nos dimos cuenta hasta que puse el coche en marcha.
Viko miró a baby, no deseaba dejarle , ya eran las dos y media de la madrugada, sorprendiéndose de la hora al mirar el reloj.
Se le había echo muy corta la noche y la verdad, es que no se quería ir dejándolo así, fue una noche maravillosa,
Cuanto mas tiempo pasaba a su lado, mas se daba cuenta que se estaba enamorando de el, tenía temor a que le pasara otra vez, solo que esta sería diferente, a Kim Hyung lo quería de verdad, el otro solo fue un encaprichamiento .
Se tocó la pulsera que le compró en un puesto, era bonita, de plata, en forma de eslabones enlazados entre sí, y en medio un pequeño amuleto o eso les dijo la mujer del puesto. Un amuleto de la suerte no es que creyera en eso, solo veía que era un regalo de el, le volvió a mirar y esta vez coincidió con el, pues no dejaba de observarla un poco serio.
Le sonrió levemente dándole ánimos, el lo comprendió pues me devolvió la sonrisa afirmando al mismo tiempo.
Se oyó la melodía de un teléfono, melodía que empezaba a odiar, recordando que por eso tuvo que separarse de Jenny.
La miró de reojo, encontraría el momento adecuado para pedirle una cita encondiciones, solo ellos dos, ya se las arreglaría de que no sonase el maldito teléfono.
Kim Hyung se acercó a su amigo y compañero.
--¿Puedes llevarla a su casa?, no se cuanto tardará la grúa en venir.
--Si, pero mejor nos esperamos, no me gusta dejarte solo aquí, este lugar no me da confianza,(mirando de un lado para otro) se volvió y le dijo a Jenny.
--Subiros al coche, allí estaréis mejor y más cómodas mientras esperamos a que vengan a llevarse el coche.
-- ¿Quién llamó? Dijo Viko.
--Gemma, para saber donde estaba, como me fui de repente no les dije nada, aunque ya se lo imaginaran cuando vean que Saeng tampoco esta, ¡mañana me volverán loca!, tapándose el rostro con las manos.
Viko la cogió del brazo y tiro hasta llegar al coche.
--Sube, y cuéntame que pasó, en el interior del coche no nos oirán hablar.
---¡Ya decía yo! Que estabas tardando en preguntarme, jejejee
--Venga suelta, antes de que vengan.
----La verdad es que no se como explicarte, todo fue muy rápido, solo se que cuando pasé por su lado para ir al baño, el me agarró y me sacó fuera a la calle, me quede toda pasmada y mucho mas cuando me besó. (Poniendo ojos soñadores.
Se acercó más a Viko para decirla.
--Viko ¡fue increíble!, me pilló de sorpresa, es todo un experto en besar, me pongo celosa en pensar que besa así a otra que no sea yo.
Viko un poco colorada dijo.
--Estoy de acuerdo contigo, no soportaría que besase a otra, conmigo tiene suficiente.
Estaban tan metidas en la conversación que no se dieron cuenta que la grúa había llegado y empezando a mover el coche, hasta que Saeng abrió la puerta del conductor asomando su cabeza .
--Bueno chicas nos vamos, Hyung se tiene que ir con la grúa, voy a despedirme y ahora vuelvo.
Ya en camino, fuimos a dejar a Viko a su casa y de vuelta a la mía .Al llegar a casa estacionó el coche, se giró un poco hacia mí.
--Vaya noche y no tuvimos tiempo para hablar de nada.
--¿Por qué?, hay algo que me tengas que decir.
--Será en otro momento, ahora es tarde.
Bajándose del coche para ayudar a Jenny, abrió la puerta tendiéndole la mano, Jenny se la cogió.
Una vez fuera del coche, ninguno sabía que decirle al otro, se estaba ruborizando por como la miraba Saeng era una situación un poco incómoda, pero decidió ponerle fin.
---Bueno, creo que….
---Es hora de irme, y yo…..
Diciendo a la vez, les dio por reírse a los dos, hasta que sus miradas se encontraron quedando atrapados,
Se encontraban cerca y Saeng dio el paso que los separaba, levantó una mano hacía su cara, al hacer contacto con la piel de su rostro, Jenny, cerró los ojos y entreabriendo sus labios,
Era una clara invitación, que Saeng no dejaría pasar,
Se acercó despacio, dándole tiempo a retirarse por si no quería, como no vio rechazo en ella, siguió acercándose hasta unir sus labios en un pequeño y delicado beso, separándose de inmediato.
Jenny abrió los ojos al ver que el no seguía y le miró extrañada, quería mas de el.
Saeng vio su expresión, sabía como se sentía ella, pues a el le pasaba lo mismo, pero esta vez tendría que ser ella, la iba a probar si lo deseaba tanto como el a ella .
Jenny mirándolo, lo tenía tan cerca,¿Por qué dejó de besarla? Al ver su rostro lo entendió pues su expresión era similar a la suya,
Sin pensárselo dos veces acortó la distancia que los separaba iniciando asi el beso.
Saeng, no esperaba la ola de deseo que inundo su cuerpo, al iniciar ella el beso, esta chica le hacia perder el control con mucha facilidad,
Notó su pequeña lengua abrirse camino hasta encontrar la suya y jugar con ella,
Saeng acercó su cuerpo al de la chica, haciéndola apoyarse en el coche. Sus manos no podían estarse quietas, le acariciaba la espalda con una la otra iba del pelo a su cara, no pudo contenerse mas y una de sus manos bajó hasta el trasero de la chica arrimándola mas a su excitado cuerpo.
Jenny, soltó un suspiro de placer al notar su excitación.
Al poco vio como se encendía una luz en una de las habitaciones de su casa
 
 
 
 FIN DEL DUODÉCIMO CAPÍTULO

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