[FICS] El Secreto de Naiara - Capitulo VIII


CAPITULO OCTAVO

Mi mente estaba echa un lío no sabía que hacer, estaba llena de dudas, preguntas sin respuestas, el misterio sobre la procedencia de mi padre y el gran cargo que tenía encima, !Era para volverse loca!.

Rosa era mi apoyo, mi lado de la realidad, la que me mantenía cuerda en este mundo, tenía miedo de que por mi culpa algo le pasara, mi alma humana no lo podría soportar una segunda vez. ¿En que me convertiría? ¿en un monstruo sin control?.Solo pensarlo me daban escalofríos, estaba en un punto crucial en mi vida, si aceptarme tal como soy e intentar superar todos los obstáculos dejando atrás todo lo conocido hasta ahora, o convertirme en un ser miedoso huyendo cada dos por tres, poniendo en peligro a mi madre y todo aquel que fuese cercano a mí, ocultando mi verdadera personalidad por miedo de ser rechazada ante la sociedad.

Cogí la foto de mi padre llevándola a mi pecho “si estuvieras aquí, todo sería más fácil para mí papá”.

Las lágrimas caían libremente por mi rostro, evocando la imagen de mi padre me hacía sentir menos sola, sentía que su alma estaba conmigo.

Era injusto para mi madre llevar la vida que llevaba, lo era todo para ella, siempre protegiéndome aún sin saber realmente lo que me depararía el futuro, ella me apoyaría y llegaría hasta el final solo para mantenerme con vida.

Quería recompensarla por todos sus cuidados pero no sabía como, ella era otro punto muy importante en mi vida por no decir el principal.

--!Naiara, la cena está lista!- la voz de mamá se oyó a través de la habitación.

No tenía hambre pero le haría preocuparse si no comía nada. Fui al baño a lavarme la cara eliminando así todo rastro de lágrimas, fingiría estar bien delante de ella actuando con normalidad.

--Te ves cansada-- se acercó a donde estaba sentada dándome un beso en el cabello.
--No te agobies, verás como todo sale bien, por cierto cuando estabas con Lüng llamó un chico con voz agradable-- me guiñó un ojo al decir esto.
-- ¿Es tu novio?- quiso saber
--!Mamá!
--!Estas chicas de ahora..! También fui joven una vez cariño, se lo que se siente en estas edades,¿lo invitarás a comer ? Hum
--!Mamá, déjalo ya!
--Ok, come anda, te estas quedando en los huesos.

Una hora después en mi cama le daba vueltas al asunto sin llegar a una conclusión, el rostro de ese personaje se coló en mis pensamientos sin darme cuenta “Realmente me estoy volviendo loca” coloqué la almohada encima de mi cabeza e intenté coger el sueño.

Una semana después….

Seguía investigando de cómo solucionar lo de la cúpula, esto se me estaba yendo de las manos, solo me faltaba probar el encantamiento del libro ya que en la semana anterior no pude hacerlo por culpa de los exámenes, con tanto estudiar no tenía tiempo para otra cosa.

Paseaba mirando sin ver escaparates perdida en mis pensamientos, un movimiento en uno de ellos captó mi atención, no ví nada anormal pero mi instinto sabía que algo pasaba en la tienda, me decidí a entrar aunque la sensación de peligro aumentaba a cada paso que daba, las nauseas empezaron a aparecer, metí la mano en el bolso apunto de tocar el pequeño amuleto que nos hizo Lüng en una ocasión.

Se trataba de una pequeña piedra color morada con un símbolo céltico en el centro de una de sus caras, Lüng nos explicó que estaba cubierto con varios encantamientos de los cuales uno de ellos se activaba solo con tocarlo en presencia de seres incorpóreos o invisibles al ojo humano, avisando que el peligro andaba cerca.
El amuleto actuaba ocultando nuestra esencia ayudándonos a pasar inadvertidos ante ellos , a Rosa también le hizo uno , sabía cuan importante era para mí esa humana.

“Vennn”

Esa voz no dejaba de sonar en mi mente, envolviéndome en un letargo a cada segundo que pasaba. Mi cuerpo protestaba por las nauseas, !demasiado tarde! No pude reaccionar a tiempo , esa voz me tenía atrapada me decía que entrase en el interior, mi cuerpo no me respondía por más que intentaba negarme a seguir esa orden, sentí como obedecía ante la llamada de la voz, alargué la mano tocando el pomo de la puerta girándolo a la derecha, el miedo corría por mi cuerpo, el pomo siguió girando hasta que escuché el “clic“ de la puerta al abrirse.


Quería gritar, avisar a alguien para ayudarme a salir del trance en el que se encontraba sumido mi cuerpo, pero de mi boca no salió ni una sola palabra , el terror que sentía estaba cobrando vida en mí interior, el corazón latía desenfrenado queriéndose salir de mi pecho, estaba desesperada, aterrada, las lágrimas acudieron a mis ojos sin ser derramadas, intenté girar la cabeza para pedir ayuda, no me respondía, solo podía ver como se iba abriendo poco a poco la puerta de cristal, las piernas me temblaban, se estaba poniendo muy feo ,¿ por qué no toqué el amuleto cuando pude hacerlo? Ahora las lamentaciones no me servían para nada, estaba muy asustada.

Un paso dio lugar a otro, en frente de mí en el interior de la tienda pude ver como una sobra se iba acercando cada vez más a mí, no pude identificar a que ser pertenecía, pero lo que tenía bien claro que era diferente a los que yo conocía, era la primera vez que me enfrentaba con algo así.

Otro paso más, estaba apunto de traspasar el umbral de la tienda cuando algo tiró de mí en sentido contrario, segundos después me encontraba en medio de unos brazos duros y fuertes, rompiendo así la conexión que tenía con ese ser, no me atrevía a mirar a mi salvador, toda yo temblaba apunto de rendirme y dar rienda suelta a las lágrimas.
Me aferré a ese cuerpo como si mi vida dependiese de ello, eso no era obra de unas simples Driades, me enfrentaba con un ser desconocido cuya magia era superior a las suyas .

--!Eyy! Me vas a asfixiar, no pensé que te alegrases tanto de verme-- reconocí la voz al instante, !Alex!
Me compuse como pude, no podía dejarle ver el temor de momentos antes, él no debía saber lo cerca que estaba de ese o esos seres malignos que se hallaban en el interior de la tienda, debíamos irnos cuanto antes de allí.

Toqué el amuleto, no podía correr el riesgo de volver a caer en sus manos fuese lo que fuese.
--!Vámonos de aquí!- dijo Alex mirando por encima de mis hombros, noté como se tensaba por un momento.

Cogió mi mano alejándome de aquello, mi cuerpo volvió a la normalidad pero aún así no me había recuperado del todo, me preguntaba si él sintió o notó algo, su reacción fue muy sospechosa ¿Intuía él lo que soy? O como Rosa ¿podía notar esas presencias?, esperaba que no, no quería mas preocupaciones por el momento de las que ya tenía, de todas formas su aura era la de un humano normal o eso creía no estaba muy segura de ello.

Alex se comportó con naturalidad como si nada hubiese pasado y yo no quise preguntarle, la tarde pasó muy deprisa a su lado y ya era hora de regresar a casa.

Me despedí de él alzándome para besarle la mejilla. él se movió de manera que nuestros labios se encontraron, solo un pequeño roce que se demoró unos segundos, me separé de él un poco avergonzada mirándole.

--Nos vemos-dijo él marchándose sonriendo.

Esa noche volví a soñar con él, mi personaje de ficción, siempre era lo mismo, estaba enfrente de la fuente con la mano derecha sobre la pequeña figura del hada y con la otra sostenía el libro, su voz me cautivaba pero no podía dejarme llevar por eso, sacudí un poco la cabeza para poder centrarme en lo que el decía, me acerqué más a él mirando la pagina del libro y en efecto era la que faltaba en el mío.

Cerré los ojos su aroma llegó hasta mí, olía a plantas silvestres, tomillo, lavanda, menta, una mezcla de todo junto a la vez, al abrirlos me encontré con un par de ojos marrón oscuro mirándome de cerca ¿Cuándo me había acercado tanto? Me sobresalté alejándome un poco de él.

--Date prisa, se te acaba el tiempo -- dijo con voz melódica

Me tenía hipnotizada ¿por qué me afectaba tanto si solo era producto de mi imaginación?.
Se acercó parándose a escasos centímetros de mí, susurró algo que no entendí
--¿Qué?
--Ve ahora..

Me desperté sobresaltada reflexioné sobre el sueño y lo ocurrido por la tarde, esto se estaba poniendo cada vez peor, era la primera vez que me sentía atrapada en una cosa así, un chico imaginario y un ser con una magia poderosa nada de lo que hasta ahora había conocido ¿Cómo se llegó a introducir? Sabía que el escudo estaba fallando pero todavía funcionaba o… eso creía.

Me di cuenta que llevaba por lo menos casi un mes sin comprobar la cúpula ¿sería eso?¿ la brecha se había hecho más grande?.
!Tenía que comprobarlo ahora mismo!
Miré el reloj, pasaban de la una y media , en casa todo estaba silencioso por lo que mamá estaría dormida, me levanté sin hacer ruido, me puse un chándal de algodón azul pálido, metí el libro de encantamientos y hechizos en una pequeña mochila negra colgándola a mi espalda y con las zapatillas de deporte en la mano bajé despacio las escaleras sin hacer ningún ruido.

En la calle me senté en el suelo para ponerme las zapatillas, ya lista emprendí camino al jardín secreto allí podía ver perfectamente lo deteriorada que estaba la cúpula de protección y con un poco de suerte intentaría hacer lo que debí haber hecho días atrás, restaurarla.

Caminaba lo más deprisa que podía, no era normal ver a chicas como yo pasear solas a estas horas de la noche, no quería meterme en problemas por lo que aceleré todavía más el paso.
Mi sexto sentido me decía que no estaba sola, la piel se me puso de gallina y una sensación de frío recorrió todo mi cuerpo, me paré para mirar atrás, no vi nada sospechoso pero esa sensación seguía estando ahí, seguí caminando de vez en cuando volvía la cabeza para mirar atrás no había nadie solo unos pequeños gatos haciendo de las suyas con una bolsa de basura, sonreí se veían de lo más traviesos y lindos.

La luz de las farolas iluminaban las calles desiertas, lamentaba que a estas horas no funcionasen los medios de transportes públicos.
Ya estaba cerca de la Universidad, evité al guardia de seguridad que protegía el área estudiantil.

Hacía una noche cálida, una suave brisa movía los mechones de cabello escapados de la coleta, me senté en el viejo columpio al lado de la fuente, saqué el libro de la mochila haciendo el conjuro revelador.
Una delgada línea de luz se fue extendiendo por encima de mí, me acerqué a la fuente moviendo el agua al mismo tiempo que decía una oración en latín, el agua quedó quieta mostrándome una replica de lo que podía ser el escudo de protección, se veía varias brechas, una lo suficientemente grande para permitir el paso al interior. Esa apertura era nueva, la última vez no era nada más que una fina grieta.

Debía actuar rápidamente la protección estaba desapareciendo muy deprisa, algo rozó mi hombro sobresaltándome, haciendo que me latiera el corazón a mil por hora, giré en posición de ataque tal como me enseñó lüng en caso de peligro.

--!Eyy, espera que soy yo!-- una sorprendida Rosa protegiéndose el rostro ante mi eminente ataque.

--!No podías haberme llamado, eh! Casi me da un ataque por tu culpa-- me llevé las manos al pecho.

--Te vi tan concentrada que lo mismo ni me oías--
--¿Qué haces aquí a estas horas?-- pregunté

--Lo mismo que tú supongo, algo me despertó y de pronto tuve unas tremendas ganas de venir aquí.

Le expliqué el porque me encontraba aquí, también le conté el extraño suceso ocurrido por la tarde, Rosa estaba asustada

--¿Esto es lo que yo creo que es?-- preguntó ante la imagen que mostraba la fuente.
--Si.
--Hay que avisar a mi papá, tiene que hacer algo o estaremos perdidos-- mirando como se aproximaban pequeñas sombras alrededor del escudo.

-- El no puede hacer nada Rosa, es algo que tengo que hacer yo.
--¿Te lo dijo lüng?.
--No, es algo que he descubierto el solo me ayudó a entenderlo, son esos extraños sueños que he estado teniendo, ahí está la clave de todo.

Cogí el libro y lo abrí por la página que supuestamente faltaba, lancé un hechizo revelador sobre él. Al principio no ocurrió nada pensando que había fallado otra vez, segundos después el libro empezó a iluminarse viendo como una inexistente hoja empezaba aparecer de la nada.

--Tú don está creciendo Naiara-- dijo atónita

Estaba tan sorprendida como Rosa, tragué saliva y decidí seguir los pasos de mi chico imaginario.



FIN DEL CAPITULO.

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