[FICS] El Secreto de Naiara - Capitulo XII


CAPITULO XII
EL DESPERTAR



Sentí mis ojos pesados al intentar abrirlos, l a cabeza me estallaba del dolor, intenté incorporarme pero me encontraba débil y mareada por lo que desistí del intento, el murmullo de gente hablando a mi alrededor era exasperante incrementando el dolor, conseguí abrir los ojos con dificultad, todo estaba borroso e intenté enfocar mejor.

Poco a poco mi vista se iba recuperando se iban haciendo mas nítidas las imágenes que tenía delante de mí.¿Cuánto tiempo llevaba dormida? No pude reconocer ninguno de los rostros que estaban alrededor de la cama.

Gente vestidos de batas blancas con uniformes verdes me hacían preguntas que no llegaba a comprender, ¿Un hospital? Tenía pinta de serlo, las paredes todas pintadas de blanco excepto por una línea gruesa en el centro que las atravesaba de color azul cobalto.

Me llevé una mano a la frente para retirar un mechón de cabello que me tapaba parte de la cara, el esfuerzo de hacerlo se llevó casi toda la energía que tenía, cerré los ojos agotada, enseguida me envolvió la sensación de alivio y cansancio a la vez, me dejé llevar.

--No te muevas, solo lograrás hacerte daño, es normal que después del tiempo que llevas inactiva no puedas controlar bien tus movimientos, solo lograrás lastimarte

Una voz grave rica en matices llegó hasta mí, entreabrí los ojos con esfuerzo para observar a la persona que me hablaba, era un señor de mediana edad, entre sus cabellos se distinguían algunas hileras de color blanco intenso, debía tener la edad de mi madre, alguna que otra arruga en la frente y en el lateral de sus ojos azules, un rostro agradable a mi parecer, pero lo único que me importaba en estos momentos era ver a mi madre a pesar de lo mal que me estaba sintiendo.

Mi padre…. Un dolor profundo hizo mella en mi corazón , debía mantener oculto todos los acontecimientos que me habían sucedido, todas esas tierras de mis antepasados abandonadas, esa historia de la cual yo en cierto modo formaba parte, el odio recién encontrado hacía mi propia sangre, mi abuelo
¿Por qué todo tenía que ser así? Deseaba ser una chica normal junto a mis padres, no tener que preocuparme de nada solo de lo que iba a ponerme para estar mona como es normal en alguien de mi edad, o de sacar buenas calificaciones en los exámenes, salir con chicos de vez en cuando y con mis amigas ah……. Lo que para otras personas era una vida aburrida, para mi sería el paraíso, estaba tan cansada de esconderme y huir, de querer establecerme en algún lugar con mi madre pero…. Eso era imposible para mi,

Volver a estar con mi padre fue algo que nunca creí posible, el conocido nudo en el estómago iba creciendo dentro de mí irremediablemente, noté como se humedecía mi rostro por las lágrimas que no pude contener por más tiempo


--Tranquila ya todo quedó atrás, veras como dentro de poco esto será un mal sueño para ti,

Esa voz de mujer y su tacto me parecían conocidos, no sabía porque pues no sabia quien era, nunca la había visto en mi vida. Su gentil mano me acarició la cara retirando parte de las lágrimas que segundos después volvían a estar sobre mí, esa persona intentó consolarme sin éxito, no sabía el tremendo dolor que llevaba dentro, había vuelto a perder a mi padre cuando recién lo recuperaba
Cerré los ojos quería aislarme de todo por unos instantes, un ligero pinchazo noté en el brazo y enseguida el efecto del medicamento se hizo notar, mi cuerpo y mi mente se relajaban hasta el punto de quedarme dormida.

-- Pequeña descansa, tu esfuerzo por vivir ha sido un milagro, ya te creíamos perdida después de tanto tiempo.

La enfermera que la cuidó estaba conmovida por su recuperación, la tomó cariño acogiéndola como si fuese su nieta durante todo ese tiempo, alisaba sus cabellos grises despacio, su mano arrugada por la edad temblaba pues sabía que dentro de poco volvería con su familia, estaba contenta por ello pero la echaría de menos, desde el primer momento que la vio notó que esa chica era especial, su empatía hacía las personas nunca le había fallado y con esta niña la sensación era más fuerte, mucho más fuerte de lo normal.

El tiempo pasaba deprisa varias horas después todo estaba en penumbras, el sol había dejado paso a la brillante Luna nueva que se alzaba en un manto de cielo azul oscuro rodeado de pequeños diamantes luminosos.


Desperté sobresaltada, algo pesado descansaba en mi brazo dejándolo entumecido, mi madre estaba dormida apoyada en mí ¿Cuánto tiempo llevaba así? Acaricié su pelo oscuro y sedoso despacio, no quería despertarla se la veía agotada
Se movió lentamente, abriendo los ojos lentamente, levantó despacio la cabeza hasta dejarla a mi altura, sus ojos estaban abnegados de lágrimas mientras me observaba

--!Mi niña!!! ¿Te encuentras bien? ¿te duele algo? ¿ Quieres que llame al doctor?

--Mamá tranquila, estoy bien, un poco mareada pero bien, me han dicho que es normal en mi estado.

De repente se puso a llorar diciéndome lo mucho que temía que no despertase nunca, me contó que estuve cerca de cuatro meses en coma sin esperanza alguna, Lüng me había estado cuidando haciendo de relevo a mi madre para que pudiese descansar un poco.

¿ Cuatro meses? !Cuatro meses! Pero….. Si apenas estuve un día con mi padre.. Recordé la oscuridad, la voz del chico imaginario indicándome la salida, ¿Tanto tiempo había transcurrido desde entonces? ..esto era una locura, ¿tan rápido pasó el tiempo?
No podía pensar en otra cosa, mi madre seguía hablando, no supe lo que dijo, mi mente estaba en otro sitio, ¿Me lo abría imaginado todo? !Fue tan real!, era hora de despertar y pisar tierra firme, mi padre estaba muerto tenía que ser realista, por mas que quisiera que estuviese vivo me estaba engañando a mi misma. El dolor volvió a mi de nuevo, más profundo, mas intenso que antes abrasándome por dentro.

No pude contenerme más las lágrimas se esparcieron por todo mi rostro, el vacío de mi corazón se iba haciendo más y más profundo, todo era falso, mi subconsciente me había dado lo que mas quería por unos momentos para arrebatármelo después, todo era mentira, mi padre estaba muerto eso era un hecho, Eliel y todo lo demás era obra de mi imaginación, no podía encontrar otra explicación.

Las cálidas manos de mamá acariciaron mi cara apartando la humedad de las lágrimas en mi piel.

--Todo pasó mi niña, ya estas devuelta conmigo donde debes estar, ahora todo irá bien ya verás aunque tenemos una conversación pendiente, me tienes que explicar muchas cosas

--Mamá yo….


--No sigas ya tendremos tiempo para hablar
Mi madre calló un momento al ver que la puerta de la habitación se abría, Lüng asomó su blanca y atractiva cabeza interrumpiendo una de muchas preguntas que quería formular.

--Princesa por fin despiertas

--No me llames así, te lo ruego Lüng

Quise cambiar de conversación y le pregunté lo que hacía tiempo me rondaba en la mente, le pregunté por la cúpula, si había sido lo suficiente fuerte el hechizo como para cerrar la brecha y repararla por completo.

Me contó que no era momento pero que si tan interesada estaba por saberlo me lo diría, dijo que había sido todo un éxito, que no reconocería el lugar cuando lo viese de nuevo, mi magia había renacido el sombrío y marchito jardín, al igual que algunas zonas de la localidad severamente dañadas por el descuido de las acciones del hombre.
Seguidamente la conversación se tornó más sería, ahora me tocaba escuchar el sermón de Lüng, todo referente a que podía haber muerto por la cantidad de energía que consumí de mi cuerpo, que tal hazaña solo eran para seres más avanzados con experiencia y entrenados para ello, una locura de mi parte por haberme arriesgado tanto sin pedirle ayuda a él.

Me sentí mal por eso, en parte tenía razón pero la situación no me lo permitió, sabía que si no actuaba en ese mismo instante toda la protección del lugar habría caído y el daño hubiese sido mucho peor que poner mi vida en peligro.

Pregunté por Rosa y Bianca, las echaba de menos, mamá me dijo que Bianca se había cambiado de universidad pues era más acorde con su carrera que la nuestra, vino a despedirse de mí antes de irse. Una corazonada me decía que nunca la volvería a ver, la echaría de menos pues ella fue una parte de mi vida que nunca olvidaría, mi parte de chica normal que nunca sería otra vez, mi vinculo con la humanidad por así decirlo, de todas formas intentaría ponerme en contacto con ella, no la quería perder aún.

--Rosa está haciendo los preparativos para su viaje, me dijo que ya te contó una vez sobre ello.

--Si, dijo que iba a ir a un lugar donde les instruían y preparaban para ser guardianes. ¿Ella te contó?

--Me lo dijo cuando eras atendida por los doctores, me contó todo lo sucedido ese día y la condición de su familia sobre el asunto, nunca creí que pudiesen existir personas así.

--Mamá está a la vista de que si existen las hadas !Como no iba haber guardianes y más bichos raros! Y cosas que aún desconocemos

Lüng me miró extrañado por el comentario que hice, sabía que después de que se fuera mi madre sería sometida por el interrogatorio de él.

--!Naiara, no digas eso!
--¿Por qué mamá? Yo estoy dentro de ese grupo, uno con alas por lo visto jeje
--!Naiara no permito que bromees sobre eso!
--Parece que has crecido interiormente en estos meses - logró decir un risueño Lüng.

En ese momento Rosa hizo aparición quitando la oportunidad de que Lüng empezase hacer preguntas que no estaba preparada para contestar por el momento.

--!!Naiara!!

Corrió hasta mí toda emocionada, me abrazó tan fuerte que pensé que me iba a romper un par de costillas, me faltaba la respiración cuando pude deshacerme de su apretado abrazo,

--Ross ¿ que quieres asfixiarme?

--Uf lo siento,¿Cómo te encuentras? ¿Cuándo has despertado? Pensaba que no podía despedirme de ti antes de marcharme (tomó aire antes de continuar toda llorosa) Creí que te perdía ese día, ¿Sabes como me sentí al no poder llevarte ? ¿Lo larga que se me hizo la espera de papá para traerte aquí? Lo intenté muchísimas veces pero era como si estuvieses anclada a la tierra, no podía moverte de allí…

--Tranquila ya pasó, estoy bien ¿Es que no me ves?

Lüng y su madre las dejaron a solas para que hablasen entre ellas, sin que nadie que interrumpiese la conversación que estaban teniendo

--!De verdad Nai , un día de estos vas acabar conmigo!
--Eres una exagerada- sonreí feliz de tenerla a mi lado

El tiempo pasó deprisa casi sin darnos cuenta, había mucho que decir, le conté mi extraño sueño, de lo mucho que me hubiese gustado despedirme de Bianca antes de irse.
Rosa calló de repente poniéndose muy seria y sin saber como abordar el tema para no preocupar más a su amiga, la iba a extrañar muchísimo, habían compartido y vivido experiencias inolvidables sin tener que mentir por su condición.

--Nai, yo también me voy, vine a despedirme de ti, tengo todas mis pertenencias esperándome abajo.

--¿Qué?

No podía creerlo parecía que en vez de cuatro meses hubiesen pasado años, todos me dejaban para irse algún lugar, debía aceptarlo no me quedaba de otra, pensé en Alex por un momento a sabiendas que él también se iría, era tiempo de irse pues solo vino por un año, volvería a su hogar
Me lamentaba un poco, él fue el único chico real que hizo que palpitase deprisa el corazón pues el ficticio no contaba.

Despacio levanté la mano para tocar su rostro que empezaba a humedecerse por el llanto silencioso sin dejar de mirarme.

--Lo siento debo irme, debo empezar mi entrenamiento es algo que no puedo dar la espalda, tú lo sabes

Afirmé con la cabeza pues las palabras estaban atoradas en la garganta y no salían.

--Lo sé, solo temo el no verte más, llámame no te olvides de mí.

--Eso nunca

Nos envolvimos en un fuerte abrazo

--Cuídate

Se levantó dirigiéndose a la salida sin mirar atrás, le costaba dejar a su mejor amiga en estos momentos pero no podía hacer nada ya había retrasado el viaje unos cuantos días, era hora de encontrarse con su destino.
Subió al coche donde le aguardaba su padre

--Tenemos que irnos, es un largo camino lo que tenemos por delante-- Me miró un poco preocupado

--Lo sé

--¿Nerviosa?
--Un poco
--Ya te acostumbrarás, estoy feliz de que te hayan admitido,

Asentí con un movimiento de cabeza, ahora solo quería recostarme en el asiento de coche , cerrar los ojos dejándome llevar sin tener que preocuparme de nada.


FIN DEL CAPITULO.

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[FICS] El Secreto de Naiara - Capitulo XI


CAPITULOXI
DE VUELTA A LA REALIDAD



Lo echaba de menos y por él debía cuidar de su familia ,si fuese necesario hasta con la propia vida, seguí observando a la hermosa mujer que sedujo a Nathäel. Por un momento los recuerdos me llevaron a la época en la que mi amigo y compañero la vio por primera vez . Las imágenes venían a mi mente como si fuese ayer mismo cuado ocurrió, estábamos juntos en ese momento:



“ --Esto se nos está hiendo de las manos Lüng, mi padre se dará cuenta de un momento a otro, debemos buscar aliados quienes nos apoyen en nuestra contienda.
-- No debemos apresurarnos Nathäel , sabes lo que nos jugamos si todo sale mal, toda esa gente inocente pagarían nuestros errores, tú lo sabes.

--Lo sé, lo sé pero estoy desesperado, mi padre sospecha cada vez más de mí, sabe que estoy implicado en el asunto de Amäth y eso le pone más furioso aún. Circulan rumores de que una partida de soldados hobgobling adiestrados andan tras nuestros pasos y ya sabes lo que son capaces de hacer si dan con nosotros, se me pone el cabello de punta con solo pensarlo.

Andamos sigilosos entre la gente, procurando no rozarnos con ellos pues aunque son ciegos ante nuestra presencia, no lo eran si por descuido tropezabas con uno de ellos.
Nos fascinaba como había cambiado la humanidad y no solo por su aspecto sino por sus nuevas tendencias a cambiar e imponerse ante la civilización, las hembras de su especie eran más independientes y autoritarias que de aquellos tiempos de esclavitud y sufrimiento

De pronto una joven se nos echó encima sin darnos tiempo de apartarnos de su camino, el impacto con Nathäel fue inminente, la chica rebotó ante un muro invisible delante de ella, se la veía confusa y enormemente extrañada por lo que le acababa de ocurrir, mi amigo estaba fijo mirando el rostro de la joven.

El aura de mi amigo brilló por un instante al posar sus ojos en la joven morena de rostro agraciado, intenté hablar con él, fue inútil estaba todo embelesado por la joven que se alejaba extrañada y titubeante por lo ocurrido.

--¡Ey, despierta¡ ya se fue
--Creo que me vio.
--No seas iluso sabes perfectamente que somos invisibles a sus ojos
--No, si es una de las mestizas
--No des vueltas al asunto, de todas formas ya se alejó

Desde entonces Nathäel se mezclaba entre las gentes del pueblo solo para encontrarla de nuevo, según él había encontrado su compañera y no cesaría en la
Búsqueda hasta hallarla.

--¡Es un humano! ¡ despierta de una vez! Solo los protegemos ,no dejes que lo que sientas por ella se apodere de ti, es peligroso, tú lo sabes

Dos semanas después la volvió a ver ,él se dejó ver, su vestimenta cambió al instante por una de esos conjuntos que llevaban los humanos ´, sus alas desaparecieron al igual que todo lo demás mágico en él, supe que había creado un hechizo en su persona porque por más que intentaba entrar en sus pensamientos una dura pared bloqueaba su interior.
Sonreí al saber que de esa forma los rastreadores de hadas no lo encontrarían. La humana quedó prendada de él nada más conocerlo, su aura lo demostraba claramente.

Cada vez pasábamos menos tiempo juntos, toda su atención estaba en otra parte , rogaba que su decisión fuese la correcta, no quería que esos engendros de hadas diesen con él para poner fin a su vida.

Unos meses después recibí una carta diciéndome que se había unido a esa persona, l a protegería por el resto de su vida aunque sabía que no podían permanecer en un mismo lugar por mucho tiempo pues el rastro de su esencia mágica era notoria para los hobgobling.

Tres años pasaron cuando recibí la noticia de que un bebé venía en camino, su preocupación por ese nuevo ser ocupó la primera prioridad para él, temía que naciera con el don de las hadas, no quería que su progenie fuese perseguida ni exterminada por su propia especie.
Vino a verme poco antes de su muerte, estaba alterado pues cada vez los cazadores estaban más cerca de ellos, temía por la vida de su familia , me contó que la niña era igual que él, sus poderes serían desatados a medida que fuese creciendo, temía por ella si él fuese apresado por los cazadores.

Juré que me haría cargo de ella, la enseñaría todo cuanto pudiese de nuestro mundo y haría de ella una gran princesa como su estirpe lo requería.
La noticia llegó años después de su muerte, sentí profundamente su perdida dejando la fortaleza de la cual era instructor de armas para los nuevos miembros de hadas, mestizos y toda clase de seres mágicos bajo la amenaza del Rey Ynïsh, me costó dar con su rastro pues no estaban mucho tiempo en un lugar fijo, gracias a la suerte pude dar con ellas antes de que lo hiciesen los otros.

Nunca imaginé que algo así le ocurriese a ella,”


--Lüng ¿Por qué no descansas un poco’ llevas mucho tiempo sentado ahí sin moverte, se te ve fatigado, yo cuidare de la pequeña

Esa voz hizo que volviese de mis recuerdos a la realidad, sentí que había fallado a Nathäel en el primer intento de educar a la niña sobre su mundo, no volvería a fallarle nuevamente …

Lüng la miraba atentamente sin perderse los cambios de expresión que continuamente se notaba en el bello rostro de la mamá de Naiara, suspiró silenciosamente volviendo a sus pensamientos y en el modo en como haría volver a la niña de su letargo, el tiempo se agotaba, la piel se le encrespaba al sentir cerca a los merodeadores de hadas , a ellos no les afectaba la protección de la cúpula pues en su cuerpo corría sangre humana al ser mestizos.

El recuerdo de cómo eran tratados haciéndoles olvidar su humanidad, convirtiéndolos en seres vacíos de toda clase de sentimientos y emociones, los maltratos ocasionados en sus cuerpos y en sus pobres mentes cruzó por su mente haciéndole temblar visiblemente reviviendo aquel momento.

La decisión que tomó de convertirse en traidor fue cuando uno de sus mejores amigos hobgobling fue apresado y en como fue cambiando con el tiempo, decidió averiguar por su cuenta sin saber realmente donde se estaba metiendo. Se filtró a través de un grupo de jóvenes guardianes que entraban en la fortaleza de entrenamiento, sus ojos no creían lo que estaba viendo, decenas de mestizos estaban siendo azotados , encadenados a un mástil ennegrecidos por el tiempo en medio de la calle, su cuerpo dio arcadas por ver que algunos de ellos prácticamente no tenía piel que lastimar, cubiertos en su propia sangre y suciedad, otros estaban enfrente viendo como eran azotados, aquellos que mostraban signos de emoción eran puestos junto a sus compañeros encadenados, no podía ver esa atrocidad por lo que se escabulló sin ser visto en el interior de un edificio construido de madera de pino joven.

--¿Eres nuevo en la unidad?

Una voz tras él lo dejó paralizado, reaccionando a tiempo de que el guardián diese la alarma de intrusos

--Si, es mi primer día

--Es normal tu reacción, todos en algún momento pasamos por ello, pero al final te acostumbras, estos perros se merecen esto y más, son un insulto para nuestra raza deberían ser eliminados al completo, aunque admito que son buenos rastreadores una vez entrenados.

En ese momentos estuvo a punto de lanzarse contra él y enseñarle un poco de su propia crueldad, no podía creer que no hiciesen nada ante aquello. Un grito irrumpió en la habitación, dándose cuenta que no estaban solos, ante él había una veintena de chicos jóvenes atados y encadenados en las sillas donde estaban, extraños artilugios tenían alrededor de sus ojos impidiendo que estos se cerrasen, delante de ellos imágenes aterradoras salían de un proyector plasmándolas en pantallas enormes frente a ellos, mutilados cuerpos amontonados en una esquina mientras otros degollaban a los restantes, giré la cabeza no pudiendo seguir viendo aquello,

--Esto no es nada, en otra sección se les enseñan a distinguir olores corporales de algunas especies hasta quedar grabadas en sus minúsculas mentes

El sujeto seguía burlándose de aquellas pobres almas, cuando se dio cuenta de que uno de esas personas era su amigo y compañero, no sabía que también apresasen a los mestizos de su propia guardia, ahí tenía la prueba
.El le miró, pero su expresión le demostró ningún signo de reconocimiento, sus ojos se habían convertido es dos pequeñas semiesferas oscuras como la noche misma, sin ningún rastro de otro color, esa persona había dejado de ser el mismo sino una sombra, un zombi entrenado para matar sin piedad ni remordimientos, dentro de ese cuerpo no había nada, habían logrado eliminar cualquier rastro de humanidad en él convirtiéndolo en un monstruo sin alma completamente vacío

Como pudo escapó de ese infierno uniéndose a los desertores, poco después apareció Nathäel

Un leve movimiento llamó su atención, creyó ver como Niara movía uno de sus dedos. Fue solo un instante que hasta pensó ser su imaginación, pero su mano volvió a moverse de nuevo

--Lüng ¿Viste eso?
La mamá de la niña estaba emocionada, lo mismo ocurría con él, después de todo no iba hacer falta uno de los conjuros para poder traerla de vuelta.


………


--Naiara debes confiar en mí, no te haré daño, seré tu via de escape de esta dimensión, te ayudaré a que recobres la conciencia en tu propio cuerpo, es la única forma que conocemos para llevarte de vuelta

La miraba un poco desconfiada pero si mi padre la había enviado, debía confiar en ella aunque tenga mis dudas por dentro.

--Solo quiero ver a mi padre antes de marcharme, una vez más, después seguiré tus consejos pero… por favor concédeme este último deseo, quiero despedirme de él,

Cerré los ojos sabiendo que esta sería la última vez que lo vería tal y como era en mis recuerdos,

--Esta bien lo verás ante de marcharte

Su dulce voz llegó hasta mi en un susurro, la miré agradeciéndoselo, me extendió una mano al cogerla una onda ecléctica corrió por mis dedos , la solté, eso había sido muy raro.

--!Quiero verlo ya!
--Tardará un poco, pero aquí estará,
--Gracias, siento ser tan ruda contigo pero es que estoy muy nervio
--Lo se,

Menté de nuevo en la hierba con la cabeza apoyada en las rodillas y mis brazos rodeando estas, sentí el rostro húmedo, de nuevo estoy llorando, no lo puedo parar, el fin se aproximaba rápido y no había forma de detenerlo.

La voz de mi padre me despertó, me había quedado dormida sin darme cuenta de lo cansada que me encontraba,

--¿Princesita estas bien?

Levantándome del suelo corrí a abrazar a mi padre, no lo vería más, el dolor de mi corazón se hizo enorme como cuando me dijeron que él había muerto, no quería dejarlo ir, pero mi madre me aguardaba al otro lado esperando a que me recuperase.

Lo miré grabando cada facción, cada gesto de su bello rostro

--¿Tengo que regresar, verdad?
--Si cariño, te queda mucho que recorrer y aquí solo te perderías a ti misma,
--!Pero papá yo..!

--No digas nada de lo ocurrido aquí, debes entrenarte, hacerte mas fuerte, te esperan días muy duros que vivir, eres una personita muy importante, Lüng te ayudará en todo

--!Papá…!
--Cuida de tu madre, mi princesita tienes que irte
--Nooo

Eliel vino hacia mí separándome de él, me abrazó fuerte mientras mi cuerpo era sacudido por ondas eléctricas idénticas a las anteriores solo que más intensas

……..

--Lüng ¿Qué la está pasando?

El cuerpo de Naiara comenzó a tener convulsiones, su mamá llamó a las enfermeras, Lüng no se movía de su lado sujetándole la mano empezó a recitar algo inaudible,. Poco después aparecieron varias personas entre ellas el doctor y sus ayudantes
Ordenó dejarles solos con la paciente, salieron de la sala, la madre de la niña estaba sufriendo un ataque de nervios, Lüng la envolvió entre sus fuertes brazos consolándola de que no le pasaría nada, ella se iba a recuperar.

Media hora más tarde se abrió la puerta de la habitación saliendo las enfermeras, les indicó que podían entrar con una débil sonrisa en sus labios.

--Su hija está bien, ha despertado necesitará rehabilitación por los días que estuvo en coma, en unos días estará bien, por favor no la atosiguen demasiado, solo unos minutos y después déjenla descansar.


FIN DEL CAPITULO.

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[FICS] El Secreto de Naiara - Capitulo X


CAPITULO DÉCIMO


Estaba desesperada,, un pensamiento cruzó por su mente, !no! !No puede ser! Y si… estuviese muerta, ¿ sería así?.

--! No! Imposible, no puede ser !no estoy muerta!,Él era real ¿Papá, donde estas?-- grité sin respuesta alguna.

--!!Papá, ayúdame por favor!!!-- , tapándome el rostro empecé a llorar desconsoladamente, no podía más, estaba tan agotada que mi cuerpo empezó a perder fuerzas cayendo sobre la tierra húmeda.

Algo me rozó el cabello, creí soñarlo pero esa sensación volvió a repetirse, levanté despacio la cabeza, mi rostro estaba húmedo por las lágrimas,

--Mi niña. Aquí estoy, nunca me fui de tú lado, solo que no me veías—su voz aterciopelada y cálida llegó a mí,

--¿Papá? ¡! Papá!!— levanté la cabeza para mirarlo, me abracé a él, era tal y como lo recordaba en mí memoria.

--Te dije que cuando me necesitases allí estaría—consolándola entre sus brazos

--Te eché de menos papá

No podía contener las lágrimas, todo se me vino abajo en un instante, recordando todos estos años escondiéndonos, yendo de un lado para otro.

--Lo sé, princesita mía

--¿Dónde estoy? ¿Qué es todo eso que vi?

--Restos de mi civilización, de la última batalla que determinó lo que algunos de nosotros somos ahora.
Escucha bien, Naiara, lo que vas a oír forma parte de ti , la otra parte de tu historia que desconoces y que sin embargo es muy importante que sepas para tu supervivencia. Hubo un tiempo en la que los humanos vivían entre nosotros como sirvientes aquellos que nos ofrecían su obediencia y lealtad a la raza, los demás, simplemente eran ganado para nuestros experimentos y necesarios para la evolución del linaje de nuestra raza,

Sabía a lo que se refería mi padre, acordándome de lo que le hicieron a mi amiga Eileen tiempo atrás, mi padre seguía explicándome….

--En aquellos tiempos algunos de nosotros no veíamos a los humanos de igual forma que los demás de nuestra especie, aprendimos a amarlos, mezclándonos con ellos sin el permiso de nuestros mayores lideres. De esas uniones nació una nueva raza, los hobgoblin (mitad hada- mitad humana) .
Esta nueva especie desarrolló un nuevo poder según se iban haciendo adultos, no necesitaban de nada para poder evolucionar, su poder crecía a media que ellos lo hacían.( cayó por un instante)
--Mi padre los consideró una amenaza , ordenó la mantaza de los humanos y su descendencia hibrida que vivían entre nosotros. Había hadas que el mero hecho de matar les producía placer y diversión para ellos, llegaron a eliminar poblaciones enteras de humanos, persiguieron a sus familias hasta exterminarlos , fue una masacre( en su rostro pude ver el sufrimiento y la culpabilidad que mi padre llevaba consigo).
--Mi padre prohibió matarlos por puro placer, solo y cuando fuese necesario podían hacerlo, eran imprescindibles para nuestro desarrollo y supervivencia ( me miraba melancólico).
--No todos estaban de acuerdo con su decisión, los humanos no eran nada para ellos, simples ratas de laboratorios para experimentos y al mismo tiempo servían para liberar nuestros poderes al llegar a la edad adulta.( Paró de hablar por un momento mientras acariciaba mi rostro húmedo por la lágrimas, que sin darme cuenta corrían por mis mejillas libremente. Podía sentir el dolor que experimentó en ese momento mi padre)

--Hubo una contienda a raíz de esto, los que pensaban como yo, nos unimos para impedir esta injusticia hacía ellos, otros aceptaron el mandato de mi padre, pero estaban aquellos que opinaban que no eran nada más que alimento para los que ansiaban el poder…. Ya viste el resultado(señaló la aldea) cientos de vidas se perdieron en esa batalla, al final acataron las normas de mi padre, el derecho de hacerlo solo era para los iniciados y poco más, no podíamos tener contactos con ellos, dio la orden de eliminar la progenie de mestizos que para su infortunio solo eran humanos corrientes, los que destacaban por heredar algunos dones de sus padres eran secuestrados y adiestrados para dar caza a los fugitivos de su misma especie e incluso a nosotros mismos … Eran torturados hasta el punto de que olvidaban su procedencia y lo que eran, convirtiéndose en asesinos despiadados y crueles sin remordimientos a la hora de matar

Vino un recuerdo a mi mente, justo la noche en la que mi padre murió o eso creí por aquel entonces, esos seres que lo atacaron eran personas como yo o lo fueron en su tiempo, la piel se me erizó al ver hasta que punto debieron ser torturados para olvidarse de quienes eran y convertirse en esos espantosos seres que vi

No fue necesario que continuase hablando, entendí perfectamente lo que iba a decir, mi padre como Lüng fueron desterrados y condenados a muerte por mandato de su propio padre pero…..

--¿Vosotros? Pero si parece haber ocurrido hace siglos, mamá y yo no somos…

--Sé lo que estas pensando mi niña, ocurrió como tú dices, siglos atrás, el tiempo para nosotros es efímero, lo que para ti son siglos para nosotros es un suspiro en el tiempo, yo formé parte de esta batalla, en aquel entonces vi injusto como eran tratados, no podía dejarlos a su merced así por lo que me uní a los desertores, para protegerlos, mi padre renegó de mí en aquel momento como traidor a la corona, ordenando mi muerte como a los demás.

Se veía triste mientras me contaba, amaba a quien supuestamente era mi abuelo, empecé a odiarlo en este mismo instante, abracé a mi padre lo más fuerte que pude no quería que se fuese de mi lado nunca más, me aterrorizaba el saber lo que harían conmigo si llegasen a atraparme.

Él me separó limpiándome las lágrimas del rostro diciendo que teníamos mucho por hacer, recorrimos juntos las tierras áridas y solitarias, cambiamos de conversación contándome como era de pequeño, sus aficiones y hobbis, me enseñó como canalizar mi poder para que no me volviera a suceder otra vez , y me explicó realmente donde estaba mi cuerpo recuperándose y donde estaba yo.

--Papá, si no estoy muerta, entonces ¿tú..?-- no sabía como decirle mis dudas y pensamientos respecto a su presencia .

--¿Eres real?¿ no eres producto de mi imaginación? Todo lo que me contaste ….¿Pasó realmente? ¿no estoy loca, verdad?

--Entiendo tus dudas, princesita, piensas que todo ha sido inventado por tu imaginación, no, es cierto todo y cuanto te conté pasó de verdad, en cuanto a mí…. Las hadas de luz tenemos un don que los demás no poseen, podemos elegir el momento de nuestra muerte o como en mi caso, denegué mi cuerpo para convertirme en un ser invisible, un alma errante que siempre estará cerca de ti y de mamá , cuidándoos, a veces un pensamiento, una ráfaga de luz en tu camino, una brisa al atardecer, siempre estaré cerca de vosotras, es todo y cuanto puedo hacer por ti y por mamá, no me dejaron otra opción.

--¿Por qué te veo, te siento ahora? ¿ Que es lo que me pasó papá?

Mi padre me envolvió entre sus brazos cariñosamente, apoyando su barbilla en mi cabello con delicadeza
--Naiara, estuviste apunto de morir, diste todo de ti en esa misión, no se como lo hiciste ni como pasó pero… tu alma se separó de tu cuerpo antes de que te rindieses. Hiciste lo mismo que yo en ese accidente, con la diferencia que tú cuerpo sigue unido a ti, es algo que no puedo entender ni explicar princesita.
Me ves porque estas en la misma dimensión que yo, es la única explicación que puedo darte ahora, mi niña.

Nuestro tiempo se agotaba, temía que ese momento llegase, no quería separarme de mi padre pero eso era algo inevitable, mi cuerpo estaba vivo en alguna parte del mundo humano. mientras mi alma vagaba por el mundo espiritual.

A veces oía susurros procedentes de ninguna parte, papá decía que mi cuerpo se estaba restableciendo rápidamente, es normal que esos susurros se hiciesen más notorios en mí, procedían de las personas que estaban alrededor de mi cuerpo. Algunas veces identificaba la voz de mamá, junto a la de Lüng y Rosa, ¡les echaba tanto de menos¡.

Me senté sobre el fino manto verde que se extendía a lo largo del camino y parte de la ladera de la montaña, papá desapareció por un momento dejándome sola, cerré los ojos pensando en todo lo que me había sucedido a lo largo de los años, mi infancia fue traumática, solitaria, deseando ser una persona normal, estar rodeada de gente que me apreciase, que me aceptase como realmente era, amigos con los que jugar en los días soleados, conversar de cualquier tema como una niña normal.
Por mi mente pasaron varios rostros del pasado, reviviendo momentos dolorosos que tenía encerrados en lo más profundo de mi corazón.
Las lágrimas amenazaban por salir, me contuve, ese dolor debía permanecer encerrado, ya llegaría el momento de liberarlo bajo el calor de la venganza.

Miré el cielo que se extendía por encima de mí hasta tocar los verdes lejanos páramos, limpio de nubes u otra cosa que se pudiese apreciar sobre él. Una sombra cayó sobre mí, un rostro conocido y amado apareció delante mío, de piel pálida y llameante cabello cobrizo, me miraba de lleno sonriéndome angelicalmente, sus alegres ojos verdes del mismo color de la hierba en la que estaba echada, me miraban con amor, llenos de vida y vitalidad.

Quedé petrificada al verla ¿era mi imaginación que me jugaba una mala pasada? ¿Es realmente ella? No, imposible, ella estaba muerta, una semana antes del hechizo llamé a sus familiares, dándome la mala noticia de su muerte ¿ Como era posible si su alma estaba perdida?

¿Me habían encontrado, sería eso posible? Sabía que las Dreides podían cambiar de aspecto para que sus victimas no sospechasen de ellos, pero ¿Eileen? No, esto era una trampa y no podía caer en ella¿ Donde estaba papá?

--Naiara…

Me levanté de un salto poniendo cierta distancia de ella, no confiaba en lo que mis ojos estaban viendo.

--¿Qué quieres de mí?

Hacía todo lo posible por no mostrar el miedo que tenía, estaría perdida si fuese así,

--No tengas miedo, no voy hacerte daño

--¿Quién eres tú?

Me armé de valor al pronunciar la pregunta, tenía que saber, me arriesgaba a que su respuesta fuese lo que más temía, ellos no podían mentir su código de honor no se lo permitían, de ahí el miedo de su contestación, me podría encontrar con cualquier otro ser mítico, a estas alturas todo podía ser posible.

--Soy Eliel,

Me fijé en su rostro, de cerca pude notar las diferencias que en un principio no vi, su rostro era anguloso aunque perfecto, de piel muy clara casi translucida, poseía grandes ojos verdes del color de la hierba recién nacida, sus orejas eran puntiagudas aunque pequeñas, no debía de medir más de uno cuarenta de estatura, con disimulo mire por detrás de su espalda, no había asomo de alas ni nada parecido, su cabello ondeaba como llamas al viento, una criatura hermosa ,delicada o eso me pareció a mí, solo que sabía muy bien que las apariencias engañaban sobre todo tratándose de seres mágicos, no se podía fiar de ellos .

--¿Quién eres?¿Por qué estas aquí?

--Por ti , debo protegerte, esa es mi misión

Su voz aterciopelada y dulce estaba llena de ternura, cosa que me pareció muy extraño pero no quise indagar más por lo menos no por ahora, solo…

--?Qué eres?

Terminé insistiendo al preguntarle, la curiosidad me comía por dentro, no volvería a insistir no quería cabrearla con mis preguntas , a saber lo que podía hacerme.

-Soy una elfo, una elfo de luz ,para ser exactos una faery

--Nunca oí hablar de vosotros, sé de hadas de luz pero ¿de elfos? No, nunca oí nada referente a vosotros

-- Lo entiendo, nuestra especie recibe el nombre de Los Ljsalfar
O como ya te dije elfos de luz ….

…………………..

Lüng miraba el cuerpo inerte de Naiara en esa esterilizada cama , se culpaba del estado de la niña, se veía que estaba casi recuperada pero su mente no daba señales de que no hubiese salido ilesa, estaba preocupado por ella, debía hacer algo y pronto.

La puerta se abrió, dando lugar a la mamá de la niña, se notaba que su cuerpo había perdido peso, el rostro tan similar al de su hija mostraba grandes círculos oscuros alrededor de los ojos, señal de lo poco que dormía desde lo ocurrido

--Lüng traje algo de comida, tienes que alimentarte

Él la miró mientras depositaba los refrigerios encima de una mesita situada al fondo de la habitación, era una mujer bella y casi no se percibían los signos de envejecimiento de su edad, era una humana bella tanto por dentro como por fuera, entendía en ese preciso momento como su amigo Nathäel quedó prendado por ella, dejando su mundo atrás por estar junto a ellas.



FIN DEL CAPITULO.

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[FICS] Estrella Fugaz - Capitulo II

 
CAPÍTULO SEGUNDO
"OCULTO EN EL PC"

Cada doce de junio, desde aquel fatídico accidente aéreo que nos arrebató a nuestros padres para siempre, Luna y yo visitamos su tumba, depositamos unas flores, lirios, las flores preferidas de mi madre, comemos en un pequeño restaurante del centro “La Marina” el preferido de mi padre, y sin planear nada más, dejamos transcurrir el día deambulando por la ciudad, recorriendo rincones que en alguna ocasión han significado y significan algo para nosotras, no por lo bonito o interesante del lugar, sino porque en ellos hemos estado con nuestros padres. Desde hace ya tiempo, recordamos esos instantes de felicidad que compartimos con ellos, mientras las dos nos hacemos mutua compañía. Ninguna nombra lo que ese día conmemoramos, simplemente, intentamos revivir recuerdos felices del pasado, recuerdos que compartimos con nuestros padres y que de alguna manera se habían quedado para siempre grabados en nuestro corazón. Esos días, a veces, sorprendía a Luna absorta en sus propios pensamientos, la veía esbozar una tímida sonrisa…No le preguntaba nada, quería que disfrutara de ese pequeño momento de gratos recuerdos, que los atesorara, como había hecho yo con los míos.

Después de asearme, me vestí de blanco. Saqué el ramo de margaritas amarillas del jarrón que había en mi cuarto, los tallos fueron dejando un reguero de agua a mí paso. Fui a la habitación de mi hermana, estaba abierta y entré, la luz que se colaba por el gran ventanal iluminaba la estancia. Por un momento, mi vista se centró en la foto de mi hermana disfrazada de arlequín rojo que había en una de las paredes, sonreí recordando los carnavales pasados. El ramo de lirios blancos que había comprado la tarde anterior estaba en un jarrón sobre una de las mesillas. A Luna le encanta poner las flores en agua durante unas horas en su habitación, según ella, así las hace más nuestras y mamá se sentirá feliz con el gesto “Hoy todos nos sentiremos felices ¿verdad Luna?”


…………………………………………………………………………


A veces, no se puede escribir. Escribir es un reto, siempre. Una debe hacer un ejercicio constante de superación en esos momentos estériles de palabras. Hace unas semanas que me siento así, estéril. Ni siquiera la música que le gusta a Luna “K-pop” y que suena sin parar desde su habitación, logra sacarme de ese estado inútil. No puedo concentrarme, me pongo ansiosa y nerviosa al intentarlo. Después de dos horas, dejo de intentar lo imposible y abandono mi pc.
La habitación de Luna está vacía, pero la música suena a todo volumen. Bajo el sonido pero no lo apago y por primera vez desde hace tiempo, observo detenidamente el escritorio de mi hermana mientras me siento en la silla que hay frente a él: pegatinas que se reparten sin sentido por todas partes, palabras escritas en bolígrafo sobre la madera “¿Cuántas veces te he dicho que eso no se hace?” cuadernos, libros, comics, una lata de coca-cola abierta por la parte superior y que utiliza para dejar lápices, bolígrafos de colores y un sinfín de cosas que no deberían estar allí, un cenicero con una colilla a medio consumir “¿fuma…? ¿Desde cuándo? No lo había notado” dos peluches pequeños de perritos junto al pc. Casi inconscientemente elevo la parte superior del ordenador portátil y lo pongo en marcha, después de un par de segundos el pc me exige una contraseña para continuar “Siempre me sorprendes Luna”
Durante varios minutos escribo diversos nombres sin resultado, no me deja avanzar. Cuando ya casi me doy por vencida, escribo sin pensar mi nombre y el pc me muestra las distintas ventanas que Luna abrió la última vez y que no ha cerrado “Me siento como una intrusa. Perdóname cariño” pero aún así mi curiosidad por lo que hace mi hermana me puede y sigo investigando. Observo varias páginas de youtube con vídeos de grupos de música coreana, escucho alguno durante unos segundos, me resultan conocidos de tanto oírlos a todo volumen y a casi todas horas, otra con lo que parece ser una serie de tv también de Corea “Un drama de esos que tanto le gustan” su Twitter, Tuenti, Facebook, msn…
“Enganchada a las redes sociales hermanita”

Durante un tiempo, leo en twitter mensajes que ha compartido, veo a quién sigue y quién la sigue a ella. Fisgoneo entre sus fotos de fb, algunas ya las había visto e incluso yo estoy en ellas, aunque las etiquetas están cambiadas en algunas fotos entre ella y yo, otras me resultan nuevas y no reconozco ni el lugar ni a las personas, sonrío al leer las cosas que comparte en su muro…”Siempre tal cual eres cielo” Me doy cuenta que hay partes en la vida de mi hermana de las que no formo parte, esa parcela de libertad e intimidad que preservamos a veces, incluso de nuestros seres más queridos. Tiene miles de amigos, conocidos unos, otros, imposible que los haya visto alguna vez porque residen en diferentes partes del mundo que ella no ha visitado nunca “¿Se puede tener una verdadera amistad con alguien que no has visto nunca en persona?... Debería haber hablado más con Luna” Tiene varios mensajes sin contestar, en un principio no quiero leerlos, me parece demasiado la intromisión, pero termino abriendo el primer mensaje privado…

(Hola cariño, cómo estás? Hace días que no sé nada de ti. No te veo ni siquiera conectada en msn. No contestas mis mensajes. Ocurre algo? Te extraño mi amor…사랑해)

El corazón me ha dado un vuelco, sorprendido por lo que acabo de leer. No puedo apartar la vista del mensaje y repaso una y otra vez las palabras escritas “cariño, amor… ¿Y qué demonios son los caracteres del final?” Abro el traductor de google e intento buscar el significado de la palabra. Solo con el idioma coreano encuentro una respuesta lógica…”Te amo”
Mi curiosidad ha ido en aumento y vuelvo a la cadena del mensaje, localizo el primero y empiezo a leer…Casi desde las primeras frases me doy cuenta de la complicidad que existe entre ambos “Jugaban a seducirse. Incluso antes de que él le confesara su amor, se intuía que ambos se buscaban, se amaban… ¿Cuándo empezó esto?” Miro la fecha del primer mensaje…”10 de noviembre”

No puedo dejar de leer, aunque a veces, siento que estoy robando algo y que no estoy haciéndolo bien. Me sorprendo de la pasión que Luna y él ponen en sus palabras, sobre todo de las de él, intentando describir sus sentimientos. Vivo esos momentos con ellos, me estremezco, me siento ladrona de sentimientos. Sin darme cuenta, mis ojos se llenan de lágrimas y empiezo a llorar, en silencio primero, amargamente después “Ahora comprendo tu melancolía, tus frases… Estar con él, cerca de él, sentir lo que él siente, desear ser abrazada…. pero a veces… es imposible”
Unos minutos después, busco la página en Facebook del hombre que le regala amor a mi hermana con cada palabra, desde el otro lado del mundo.


Hae Youl tiene 24 años, es arquitecto y vive en Seúl. Su perfil de Facebook no dice gran cosa sobre él. María es muy observadora, un requisito imprescindible en su profesión. Le basta echar un vistazo a su página, para saber, más o menos, cómo es él. Se define a sí mismo como realista – los sueños terminan donde se impone la realidad – “No te gusta soñar despierto, aunque leyéndote, diría que eres pasional. Mucho. Nadie es pasional sino sueña despierto” Tampoco sus fotos personales muestran gran cosa, pero María intuye lo que no se ve a simple vista. Parece alto, delgado pero musculoso, sin exceso, tiene el pelo castaño oscuro, casi negro, ojos marrones y de mirada triste “Una puede perderse en ellos” largas pestañas, labios carnosos, bien definidos, sensuales. En casi todas sus fotos tiene un gesto serio, como si observara el mundo a distancia “A simple vista, no encaja mucho con Luna, soñadora nata las veinticuatro horas del día. Divertida, risueña, hasta en los momentos menos apropiados” A juzgar por lo que María lee en los aportes que él hace a su muro, Hae es un hombre tímido, reservado, o eso cree. Físicamente, no es un hombre excesivamente guapo “Interesante…quizás. ¿Misterioso?...Si. El amor, a veces, puede ser un espejismo, aunque se viva intensamente durante un tiempo. Quizás creen amarse, pero puede no ser cierto… ¿Se puede amar a distancia? ¿Se ama realmente sin conocerse en persona? Quiero creer que sí. Por Luna, sobre todo por Luna…”

María lleva un rato inspeccionando detenidamente el pc de su hermana pequeña y descubre una carpeta “Hae” la abre y comprueba que Luna ha estado copiando y guardando cada mensaje que ha compartido en msn con el hombre que ama. Cientos de conversaciones que ambos han mantenido en los últimos meses “Muy típico de Luna…y de mi” Archivar cosas, guardar cosas, es una forma de preservar recuerdos, momentos que quizás, con el tiempo, pueden desdibujarse en nuestra memoria. Es una forma de atesorarlos. “Recordar es volver a revivir. Una de las pocas cosas que el ser humano hace con la cabeza pero que siente con el corazón”
Durante varias horas, María lee con curiosidad e interés el contenido de la carpeta, desde el principio, sin prisa. Ni siquiera es consciente del paso del tiempo, ni de que las horas se suceden y que no ha comido ni se ha movido para nada de la silla. Conforme va leyendo, se da cuenta que Luna no ha sido totalmente sincera con Hae, de hecho, le ha mentido en algunas cosas “Quizás lo hizo por falta de seguridad en sí misma” No le ha mentido en lo más importante, solo hace falta leerla para darse cuenta de que lo ama profundamente y con todo el alma, como se ama con la inocencia del primer amor, sin malicia, sin reservas, con timidez a veces, con locura
otras, como si el mundo no importará en absoluto y solo a quien se ama fuera lo único importante en esta vida. Pero lo más ilógico, desde su punto de vista, es que su hermana se ha hecho, hasta cierto punto, pasar por ella. Luna se describe a sí misma como María, con sus rasgos físicos, su profesión; en el resto, Luna ha sido totalmente sincera: edad, carácter, sueños, ilusiones, sentimientos…Todas esas cosas se pueden leer e intuir solo con leerla.

La ventana de msn esta iluminada desde que el pc se puso en marcha. No parpadea, pero avisa de que hay mensajes esperando a ser leídos. María presiona con el ratón y comprueba que su hermana tiene varios mensajes y de varias personas: Una amiga que la saluda desde México y la informa de que va a estudiar a España, una amiga que quiere quedar con ella para ir al cine, otra que le pregunta si se ha enterado del último concierto de JYJ en Japón y le pregunta si ha visto vídeos de ellos en YT y naturalmente, varios mensajes de Hae…los lee, los copia y los guarda.


…………………………………………………………………………


Hace ya varias horas que debería estar durmiendo, pero no puede. Últimamente padece de insomnio. Los rayos de sol se cuelan ya por la ventana que está abierta de par en par, hace calor, apenas ha refrescado durante la noche. Se levanta, coge el pc que está sobre la mesa del escritorio, lo enciende, pone la contraseña y busca en la cuenta de YT vídeos de música de JYJ; cada día le gusta más la voz de Xia Junsu, Thoungh I already Know empieza a sonar por toda la habitación, baja el volumen, son casi las siete de la mañana y no quiere despertar a nadie. A los pocos minutos alguien la llama en msn. Se sorprende por la hora y mira quien es…


- Hola amor, cómo estás? Hace días que no hablamos. Te extrañé.

Contempla el mensaje, siente un cosquilleo en el estómago. Durante un par de segundos duda en contestar, finalmente, lo hace, aunque le tiemblan las manos al escribir y se le acelera el corazón.

- Hola oppa…

FIN DEL SEGUNDO CAPÍTULO

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[FICS] Estrella Fugaz - Capitulo I


CAPÍTULO PRIMERO
"HERMANAS"

El cielo amaneció cubierto por un manto de nubes oscuras. Sonó la alarma del despertador, alargué la mano palpando hasta encontrarlo, bajé el botón para que dejase de sonar, levanté la cabeza un poco adormilada para ver la hora que era. Las siete y media de la mañana, había tiempo suficiente para otra cabezadita. Tapándome con la almohada la cabeza, me volví a dormir.

- ¡María, despierta o llegarás tarde!


La voz de mi hermana pequeña resonó por toda la habitación. La ignoré dándome la vuelta enredándome aún más entre las sábanas, noté sus manos frías sobre mí intentando levantarme, sin éxito.


- ¡Ya! Ya me levanto, todavía tengo tiempo para entregar mi nueva novela, no te preocupes - le dije a Luna entre molesta y adormilada.


- Creo que no, te dormiste. Son las ocho y media y tu cita con el editor es dentro de una hora.

- ¿Qué?

Me giré sobre la cama para mirar la hora

- ¡Llegaré tarde si no me doy prisa!

Me levanté de un salto, le di un beso en la mejilla a mi hermana al pasar por su lado cuando iba al baño, agradeciéndole el gesto. Media hora después estaba lista. Hacía mucho el tener el cabello corto en un caso como este. Me miré en el espejo para darme los últimos retoques de maquillaje. Me encantaban mis almendrados ojos azules, hacían resaltar mi cara. Me di brillo en los labios, los tenía pequeños y llenos, sensuales.

Le di un beso al aire a la imagen reflejada en el espejo. Una pequeña sonrisa asomó en mis labios satisfecha de mi apariencia.

- ¡Lista! - dije mirando el impecable traje pantalón de color tostado que me había puesto para la ocasión. Resaltaba mi figura, alta y delgada.


Salí de casa despidiéndome de mi hermana Luna, desayunaba tranquila en la cocina con el televisor encendido, levantó la mano a modo de despedida sin mirarme, concentrada en las noticias de las ocho.


Hoy era un gran día para mí, iba a entregar mi última novela de la saga “Los viajeros del tiempo” que me había hecho famosa entre los lectores de mi país y que en los últimos meses estaba siendo traducía a varios idiomas, con un poco de suerte, también firmaría para que mis libros fuesen llevados a la pantalla grande.


No tenía que llegar tarde a la editorial, no deseaba dar mala impresión a las personas que seguramente harían de mis libros un best-seller. El sueño de todo escritor, ser reconocido por sus obras a nivel internacional. Eran las nueve en punto de la mañana cuando pasaba por la recepción de la editorial


- ¡María, date prisa! acaban de entrar los productores y nuestra jefa a la sala de reuniones, no te demores— me gritó Olivia, la recepcionista.


- Gracias “Oli” – le agradecí.


Apresuré el paso, ya que con los tacones no podía correr, llegué al ascensor justo a tiempo de que cerrara sus puertas. Suspiré esperando no llegar cuando todos estuviesen sentados, me moriría de vergüenza. Me paré en frente de la puerta, cogí un poco de aire, soltándolo después para tranquilizarme. Abrí la puerta despacio pero decidida. Llegaba justo a tiempo, todos se estaban acomodando en los sillones.


Una hora después salí toda contenta y emocionada con un contrato entre mis manos. Iban a llevar mi saga al completo a la pantalla grande.


El teléfono comunicaba. Con esta era la cuarta vez que llamaba a Luna al móvil y no me contestaba.


- ¿Dónde te has metido eh? - pregunté mirando su número en la pantalla del teléfono. Más tarde la volvería a llamar, por el momento, tenía trabajo que hacer en mí despacho.


Mi pasión por escribir apareció tras años de corregir y corregir ensayos de la gente, mi trabajo consistía en aprobar los escritos que eran buenos e interesantes, los que enganchaban al poco de leer unas cuantas páginas. Así surgieron mis ganas de escribir mi primera novela romántica. Fue rechazada, aunque dijeron que no era mala, que estaba muy bien redactada, solo que los personajes no mostraban sentimientos, eran fríos e impersonales.


No me rendí tras aquella derrota y seguí intentándolo hasta el día que fue aceptado mi primer libro. Un libro que después se convertiría en el primero de los tres que formaban la saga de aventuras y fantasía, haciéndome reconocida entre los adolescentes y por los no tan jóvenes. Nunca imaginé que algunos de mis libros serían elegidos para llevarlos al cine, estaba ilusionadísima por ello, y con la única persona que quería compartirlo en este mundo era con mi hermana pequeña Luna, lo único que quedaba de mi familia, a la que cuidé como si fuese hermana e hija a la vez, a pesar de los escasos seis años de diferencia de edad que nos llevábamos.


Me senté en el sillón de mi escritorio, allí tenía una foto de Luna y yo sonriendo a la cámara mientras ella la sostenía, nuestras cabezas estaban muy juntas cuando fue tomada la foto. Miré el rostro de mi hermana, tan lindo, con sus ojos marrón oscuro, casi negros, con largas pestañas, la boquita parecida a la mía y su cabello castaño oscuro ondulado, poseía una melena hermosa. Nadie podría decir a simple vista que éramos familia, tan diferentes la una de la otra. Ella más bajita que yo e incluso algo más llenita, pero eso no le restaba encanto a su persona.


Amaba a Luna, su juventud, su espontaneidad, su inocencia, la pasión que ponía cuando tenía que hacer algo, su amabilidad con las personas. Era una personita apasionada y llena de vida, aunque a veces tuviésemos nuestras peleas. No carecía de genio, la verdad.


Dejé la fotografía en su sitio y la volví a llamar… nada, no me lo cogía “¿Dónde se había metido? Seguro se le olvidó el móvil en casa ¡pero qué despistada! No cambiará nunca” sonreí mientras metía el móvil en el bolso.


El hecho de ser escritora en mis ratos libres no me impedía seguir con mi tarea en la editorial, los nuevos ensayos se amontonaban sobre la mesa. Cogí uno al azar leyendo el enunciado “Hasta la eternidad”.


- Umm buen titulo - dije hojeando un poco por encima.


Empezó a sonar “Somebody To Love” la voz de GD se oía en mi bolso. Lo cogí


- ¡Por fin! ¿Dónde estabas? Te estuve llamando toda la mañana.


- Me dejé el móvil en casa ¿todo fue bien?


- ¡Más que bien! ¡Van a producir los tres libros! ¿Te imaginas?


- Tendré una hermana famosa – dijo riendo - ahora no tendrás la excusa de que no tienes tiempo de conocer a un buen hombre, se presentaran muchas oportunidades ¡Y quiero un cuñadito bien guapo!


- ¡Ay Luna! Siempre estas con esas, hoy en día no hace falta tener un hombre al lado. Además… ¡hay muchos donde escoger y no tengo prisa!


- Ya, pero una se siente protegida, amada, y el saber que no estas sola, que siempre estará esa persona contigo cerca de ti…


Las últimas palabras de Luna fueron tristes y llenas de añoranza.


- ¿Te pasó algo? Te noto un poco deprimida


- No María…solo que cuando conoces a alguien y esa persona te llega muy adentro, solo quieres estar con él, cerca de él, sentir lo que él siente, desear ser abrazada…Pero a veces… es imposible. Esa persona puede estar al otro lado del mundo… - su tristeza se dejaba notar a través del teléfono.


- ¿Y eso? ¿hay algo que no me has contado? - pregunté extrañada por sus tristes palabras. Luna no solía ser así.


La notaba un poco rara desde hacía unos meses, salía menos que antes y estaba siempre pendiente de sus correos, más de una vez la pillé chateando con gente, pero a su edad, es normal. Seguro que estaba pasando por un pequeño bache. “Esta noche tendremos una larga charla” No me gustaba verla así, se me encogía el corazón al oírla hablar con ese tono.


- No te preocupes hermanita, no es nada. Por cierto, esta noche llegaré un poco tarde, he quedado con unos amigos.


- OK, ten cuidado de regreso a casa - la aconsejé.


- Si mami – fue lo último que oí antes de que se cortara la comunicación.


Reconocía que era un poco protectora con ella, pero no lo podía evitar. Analicé las palabras que habíamos intercambiado. A mis treinta años no me había enamorado nunca, no tuve tiempo de hacerlo, mi única prioridad era mi hermana y mi carrera. Recordé las palabras que una vez me dijo mi padre, él era la persona que mejor me había conocido.


- María, es tan grande tu mundo interior, que no necesitas a nadie. Cuando te enamores, más te vale que esa persona te ame con locura y para siempre, porque si no…será tu perdición.


Esas palabras siempre las tenía en mente, puede que fuesen las culpables de no querer enamorarme por miedo a que me hicieran daño.

Ahora sabía que en el transcurso de los años me había perdido algo muy importante de la vida, sobre todo, notaba esos espacios en blanco, ese vacío en los momentos en los que deseaba que la carga que llevaba fuera compartida con alguien más, sentirme amada como mujer y al mismo tiempo, deseaba sentirme protegida cuando la soledad me rodeaba con sus brazos y pensaba que es muy difícil librarse de ella. En esos momentos, me hundía cada vez más y más… Pero bueno, esa época ya pasó, y la tenía a ella “Luna” Era ella la que llenaba con su ternura mis espacios en blanco.

Era hora de regresar a casa, me había entretenido con el nuevo ensayo, prometía, estaba interesante, no pude dejar de leer hasta terminarlo.

Dieron las diez de la noche en el reloj de pared del despacho, cogí mi bolso y salí de allí dirigiéndome al aparcamiento. Empezó a lloviznar, por lo que decidí regresar caminando, dejando allí el coche. Me encanta la lluvia, ya tendría tiempo de recoger el auto al día siguiente.

Era una noche cálida y las pequeñas gotas de agua eran agradecidas, me encanta sentirlas en mi rostro, tan suaves y ligeras, escuchar el sonido que hacen al caer contra el suelo mientras se mezclan con los sonidos de la ciudad. Pasear bajo la lluvia y observar como la gente se refugia bajo las cornisas de las tiendas y portales, preocupados por su peinado o por no arruinar sus prendas al mojarse. Sonreía al verles con caras de fastidio. Sin embargo yo disfrutaba del momento de ser mojada por esas diminutas y húmedas fuentes de vida, sentirlas en mi piel… Cerré los ojos por un momento mientras notaba como mi cuerpo respondía a la caricia del agua. Suspire lentamente en una mezcla de placer y satisfacción.


Me gustan los pequeños detalles, como una flor bañada por el rocío de la mañana, aspirar su fragancia como quien aspira la vida, despacio y profundamente, una puesta de sol en cualquier época del año, ya haga frio o calor, pasear por la arena de la playa sintiendo a las olas acariciar mis pies desnudos, el mar… Adoro el mar, sus colores, su música envolvente, a veces vigorosa, furiosa, otras…suave como una caricia, delicada, esa línea de unión con el cielo, lejos, muy lejos, y al mismo tiempo…mía. Siempre he pensado que el mar encierra un universo paralelo y mágico del que yo he formado parte en otra vida.


Me paré enfrente de una tienda, el escaparate estaba lleno de velas de distintas formas y tamaños, aparte de otras pequeñas piezas de decoración. La tienda estaba abierta, entré. Me había quedado prendada de una rosa de un tamaño considerable, parecía real. Me acerqué a ella, su delicado aroma llegaba hasta mí, su tallado era perfecto al igual que su intenso color granate, no pude menos que comprarla. Nuestra casa está llena de estos pequeños detalles y ya sabía donde pondría esta hermosa flor. Sonreí.


Tres horas más tarde…


La una de la madrugada y todavía no había llegado Luna, algo raro en ella, pues era jueves y entre semana, no se demoraba tanto. Tenía que dejar de ser tan protectora con ella y darle más espacio, ya no era una adolescente, era una mujer, pero se me hacía difícil asimilar que un día alguien me la robaría. Alejé esos pensamientos de mi mente, era ley de vida que fuese así, solo que el hecho de pensarlo, me entristecía.


Paseaba inquita de un lado a otro, era raro que no me hubiese llamado si se hubiese quedado en casa de un amigo. Bueno, le daría un poco más de tiempo antes de llamar a Nacy, su mejor amiga.


Volví a mirar la hora…”Las cuatro ¿Dónde se habrá metido?”


No me di cuenta y poco a poco me quede dormida en el sofá, esperándola…

Desperté sobresaltada al oír que llamaban a la puerta. Miré la hora, eran las siete. El sonido persistente del timbre me hizo reaccionar y me levanté de un salto. Abrí la puerta con cautela, era muy pronto para recibir visitas.

- ¿Familiar de Luna Sellés?- tenía delante de mí a una pareja de policías uniformados y con unas hojas en la mano.


- ¿Sí?


Se me empezó a formar un nudo en la garganta, tenía un mal presentimiento “Seguro que le han robado el coche y por eso no llegó a casa temprano” Sin darme cuenta, empecé a temblar.



El corazón me empezó a latir muy deprisa, esperando a que terminase de hablar el agente. No entendía lo que decía, sentí como una niebla se iba apoderando de mí haciendo que me marease y sintiese nauseas, la visión se volvió borrosa y un pitido empezó a sonar en mis oídos haciéndose cada vez más fuerte. Lo único que pude entender antes de sumergirme en una oscuridad total, fue que Luna había tenido un accidente de coche.


Desperté con dolor de cabeza y la boca seca. Había tenido una traumática pesadilla sobre Luna. Pensé que el hecho de esperarla despierta durante buena parte de la noche era la causa de mi pesadilla. Me levanté de la cama…

“¿Cómo he llegado hasta aquí”

La bruma de mi mente empezó a deshacerse. Todos los acontecimientos pasados volvieron a mí con nitidez “No, no podía ser. Fue todo una pesadilla…Sí, eso era”

Respiré profundamente e Intenté tranquilizarme. Era hora de despertar a Luna…
 



Fin del primer capítulo.

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[FICS] El Secreto de Naiara - Capitulo IX


CAPITULO NOVENO


Me situé en posición frente a la fuente indicando a Rosa que fuese observando a través de sus aguas tranquilas la evolución del encantamiento por si no salía bien

Puse una de las manos en la pequeña figura del hada, con la otra sostenía el libro abierto, cogí aire cerrando los ojos para después soltarlo, lo repetí varias veces para tranquilizarme y dejar la mente en blanco para realizar el encantamiento con éxito

Una vez preparada fijé la vista en las letras que aparecían ante mí, estaban escritas en un dialecto que nunca antes había visto pero por alguna razón no era problema para mí, lo entendía perfectamente aunque un poco sorprendida.

Empecé a recitar las palabras escritas, una hermosa voz salió de mí sin poder reconocerla como propia, eso no me detuvo y seguí leyendo hasta el final.

Miré a Rosa por si había algún cambio en el escudo, ella negó con la cabeza con la mirada preocupada, volví a suspirar y lo intenté de nuevo. Realicé la misma operación con los mismos resultados.

--¿Estas segura que no olvidaste nada?

--Creo que no, vi claramente como lo hacía y es así

--Concéntrate de nuevo e intenta recordar tu sueño

Cerré los ojos liberándome de todo pensamiento, ante mí apareció el recuerdo que buscaba con ahínco ,vi claramente como él tocaba la pequeña hada con la única diferencia que al posar la mano sobre ella el dedo de corazón tapaba los ojos de esta..

--Ya sé en qué me equivoqué, bueno, no estoy segura pero lo probaré.

--! Vamos Nai! la protección esta desapareciendo-- apremió Rosa

Me asomé al agua que contenía la vieja fuente, se veía claramente como las sombras se iban aproximando a las brechas ocasionadas en la cúpula.

--! Deprisa Nai! ! No queda mucho tiempo!

Rosa estaba cada vez más nerviosa al ver que una tenebrosa forma estaba a punto de atravesar la barrera protectora

--! No me ayudas nada !Rosa !cálmate!

--OK- calló de inmediato Rosa ante su petición

Me centré en el hechizo olvidándome de todo lo que me rodeaba, me fue difícil hacerlo pero al fin lo logré, sentí como la piel se me erizaba, al mismo tiempo que un cosquilleo comenzó a surgir en los extremos de los pies, esa sensación fue ascendiendo poco a poco por todo mi cuerpo.

--! Dios mío Naiara!

Rosa vio asombrada como a su amiga se le iluminaba la piel en un tono dorado. De repente dos pequeñas peturberancias salían de su espalda desgarrándole la piel y el fino tejido de la camiseta que llevaba puesta, a cada segundo se volvían más grandes tomando una extraña forma.

Naiara estaba ajena a todo lo que le estaba ocurriendo a su cuerpo, no era ella, sino un bello ser mitológico que supuesta mente solo existían en los cuentos para niños

. Palabras incomprensiblemente bellas salían de su boca, mientras su mano sujetaba correctamente al pequeño ser de piedra, su cabello ondulaba a pesar de no haber viento de forma sobrenatural sobre su rostro.

Rosa estaba fascinada con las nuevas alas de Naiara, se parecían a las de una enorme mariposa de finas y resplandecientes alas de sedas plateadas, bordadas de exquisitas filigranas doradas en el interior de estas.

La emoción embargó a Rosa, ante ella se encontraba una auténtica hada de luz, nadie diría que ella solo era una hobgoblin (mitad hada- mitad humana) se veía hermosa, delicada y con una gran carga a su espalda a pesar de su edad,

Había notado en poco tiempo como aumentaba la magia dentro de ella y con eso también una responsabilidad enorme.

El suelo arenoso dio una pequeña sacudida sacando a Rosa de sus pensamientos, Naiara seguía concentrada en la lectura sin percatase de lo que estaba sucediendo alrededor de ella.

EL aire se enrareció paralizándolo todo, pequeñas motas de polvo quedaron suspendidas en el aire, al igual que las hojas secas que caían de los árboles deteniéndose, flotando en el aire sin llegar al suelo

Podía sentir como la magia se expandía por el aire, reparando poco a poco las fisuras de la cúpula, la más preocupante era la apertura de la zona Sur de la población, su tamaño era considerable.

Rosa observaba a Naiara preocupada, llevaba una hora en la misma posición, el cansancio era visible en su bello rostro, sabía que lo conseguiría la tenacidad de su amiga era asombrosa, no cesaría hasta lograrlo aunque se le fuese la vida en ello y eso era realmente lo que temía.

Pequeñas partículas de polvo dorado se desprendían de las grietas recién reparadas, daba la impresión de una lluvia de diminutas gotas doradas caía por toda la población. La vegetación cobraba vida al ser tocada por ellas, floreciendo a su paso, volviéndose más verdes y lozanas las plantas, las flores florecían con un color más intenso, su aroma delicado se expandía por todos los rincones del lugar.

Rosa estaba boquiabierta ante todo el cambio que se estaba produciendo ante sus ojos, miraba a su alrededor incrédula de lo que estaba viendo, el pequeño jardín escondido cobraba vida por momentos, bajo sus pies la hierba junto a toda la vegetación que ahí se encontraba, se volvía más verde y sana.

El antiguo jardín poco a poco tomaba la apariencia de lo que tiempo atrás debió ser un magnífico lugar lleno de vida y colorido, rosas de distintas formas y aromas, brotaban de las que anteriormente eran inertes y secas ramas, pasando a ser esplendorosos rosales con sus ramas cubiertas de frondosas hojas verdes y afiladas espinas

El ruinoso columpio empezó a transformarse al igual que la vegetación de alrededor, sus maderas frágiles, astilladas y oscurecidas maderas por el tiempo comenzaron a cambiar , volviéndose más resistentes y claras las tablas, sujetas a ambos lados por fuertes, resistentes y renovadas cuerdas.

Rosa volvió su atención a su amiga que estaba tan concentrada, su tez pálida era anormal, su preocupación por ella empezaba a notarse, de repente su amiga cerró los ojos dejándose caer al suelo.

Naiara cayó desplomada quedando totalmente inmóvil sobre el manto verde de hierba recién nacida, Rosa alarmada acudió junto a ella e intentaba que recobrara la conciencia sin éxito alguno.

Finalizado el hechizo, Naiara agotó casi toda la energía de su cuerpo.

Estaba muy pálida, el latir de su corazón era débil casi no se percibía, su cuerpo recobraba poco a poco su forma original, ella seguía sin despertar, Rosa no sabía que hacer, su cuerpo era pesado para llevarla pero aún así intentó cargarla a su espalda logrando que se cayesen las dos, desesperada optó por llamar a su padre, no le importaba si era regañada por estar fuera de casa a estas altas horas de la noche, la vida de su amiga corría peligro eso era lo más importante en estos momentos, debía de llevarla cuanto antes al servicio de urgencias mas próximo.

--Aguanta Nai, pronto vendrá mi padre

Su rostro estaba bañado en lágrimas, buscó el móvil en el bolsillo del pantalón marcando el número de su casa.

***********

Pasaron más de tres horas cuando el médico entró en la sala de espera, allí se encontraban la madre de Naiara acompañada de Lüng, Rosa y su padre, el médico se acercó a la madre de ella, para decirle que su estado era critico, estaba sumida en un coma profundo, casi sin esperanzas de poder salir ilesa de él

--Ella es fuerte, saldrá de esta-- Lüng intentaba animarla

--¿Qué fue lo que le pasó para encontrarse en este estado?-- preguntó su madre desesperada de saber que podía perder a su única hija, lo único que le quedaba de su amado esposo, ella la daba fuerzas para vivir, sin ellos no era nada

Ignoraba lo que había estado haciendo en los últimos meses, por la expresión de Lüng debía de ser algo muy gordo e importante, nadie le decía nada al respecto, sabía que esos seres estaban cerca, de algo valía año tras año de huir de ellos, esa sensación de temor ya le era conocida y al mismo tiempo le aterrorizaba que pudiesen llevarse a su niña.

--No se preocupe, cuando su cuerpo se recupere de ese estado, volverá con nosotros

Lüng estaba seguro de eso, la ayudaría volver si algo saliese mal, normalmente su especie le costaba unos días en recuperar toda la fuerza y energía que necesitase el cuerpo.
Naiara no podía terminar así, tenía mucho camino por recorrer y asuntos que saldar. Se echaba la culpa de lo que le pasó a la niña, se le olvidó decirle la lección más importante de todas, no liberar toda su energía, podía morir por ese echo, no le mostró como canalizar todo ese poder de su propio cuerpo.


******************

Naiara se sentía perdida, desorientada, por más que andaba no veía a nadie, de vez en cuando divisaba pequeños bosques sumidos en una densa y aterradora niebla blanquecina…..

--! Hola! ¿Hay alguien ahí?--Estaba cansada de tanto deambular, bastos paramos desiertos se presentaban ante ella

No recordaba gran cosa de lo sucedido, solo que cuando recitaba el hechizo, un cosquilleo empezó a surgir en la punta de los dedos de los pies, se fue expandiendo por todo el cuerpo, hubo un momento que me sentía arder todo el interior de mi cuerpo, segundos después estaba sumida en la más absoluta oscuridad, me movía sir ver nada, un silencio aterrador me envolvía, estaba completamente sola, desesperada trataba de salir de aquella oscuridad que me rodeaba sin conseguirlo.

El recuerdo de mi madre me daba fuerzas para continuar sin decaer ni un solo instante, tenía que lograrlo por ella, por Eileen, por todos aquellos que habían perecido en las garras de esos horrendos seres mitológicos, tenía que vengarlos, ese era su destino, su deber.

Una voz llegó hasta mí, creí imaginarla pues tantas veces llamé y supliqué sin resultado alguno. Volví a oírla en este preciso momento.

--¡Ven! Sígueme

¿De qué me sonaba esa voz?, empecé a seguirla con el deseo de que me ayudase a salir de allí.

--¡Por aquí!

Esa voz me era muy conocida pero aun así no pude ponerle rostro. Estaba agotada, no sabía cuanto tiempo me llevó seguirlo, los pies me dolían, no podía dar un paso más, mis ojos estaban doloridos por tratar de ver algo en esa inmensa oscuridad.

--¡Sigue adelante, es el final del camino!

Otra vez esa voz, ¡la conocía! Claro que la conocía, ¿como pude ser tan tonta? El miedo y la desolación no me dejaron hacerlo, era su voz, el chico de mis sueños acudió a mi llamada de auxilio otra vez.

Un halo de luz comenzó a filtrarse en medio de la oscuridad, mis ojos se llenaron de lágrimas de felicidad, por fin lo había conseguido, pronto vería a mi madre, mi amada y adorable mamá, quería decirle que estaba bien solo un poco asustada pero ya pasó.

--Gracias, gracias por ayudarme, por no dejarme sola…

Algo suave rozó mi rostro, no pude definir lo que era, su aroma llegó hasta mí, era inconfundible su olor, cerré los ojos por la sensación de ser nuevamente acariciada por él. Todo temor desapareció de mi cuerpo al notarlo junto a mí ¿Cuándo sería el día que lo conociera en persona? Porque él existía realmente, no sabía quien o qué era, tenía muy claro que no era maligno no después de cómo mi cuerpo reaccionaba a su toque.


No sabía cuanto tiempo me llevó salir de allí, para encontrarme en un lugar desolado, silencioso, deprimente, de nuevo me encontraba sola, él me abandonó nada más salir de la oscuridad, no pude verlo, no dejó que lo viese¿ Quien era él realmente? ¿Me lo había imaginado? .

La niebla lo envolvía todo, delante de mí se extendía un camino de tierra con varias intersecciones.
¿Qué era esto?¿ Una nueva fase? Mirando de un lado para otro .Seguí el sendero de mi derecha, parecía hecho por la mano del hombre, llano, sin ningún hierbajo creciendo en él, me llevó por aldeas abandonadas, destruidas, rastros de antiguas batallas tenía ante mí.

Me detuve, quise observar de cerca la pequeña aldea que estaba frente a mí, pasé por un pequeño puente de madera aviejada y mohosa, me asomé por una de sus barandillas, debajo de mí, un arroyo de aguas limpias y claras corrían por su cauce , los pececillos de varios tamaños y formas se veían perfectamente a través de las cristalinas aguas.

Todo se veía tan irreal con toda esa neblina a mi alrededor, tal vez fuese un sueño , como la primera vez que lo vi a él, pero…..algo andaba mal,¿Porqué sentía que esto era real? La realidad de otro tiempo, otra era, otra gente diferente a mí.

La desolación se palpaba solo con respirar el aire de allí,¿Qué habría pasado en aquel lugar? Mi mente creaba imágenes de niños felices jugando con objetos extraños, seguramente algún tipo de juguete creado por sus padres, mujeres hablando entre ellas, lavando, atendiendo a sus maridos…. Sus vestimentas eran diferentes, hechas con algún tipo de corteza y raíces flexibles de algún árbol en especial, no llegaba a comprender como era posible eso.. De todas formas solo eran imaginaciones mías, creo que me estaba volviendo loca con todo este asunto.

Seguí mi camino hasta llegar a la primera vivienda, parecía como si sus habitantes la hubiesen abandonado con mucha prisa, había cosas por todas partes, juguetes, o eso parecían, todos hechos de madera , muebles , vestimentas raídas y estropeadas, una gran capa de polvo lo cubría todo

¿Cuánto tiempo había pasado desde entonces?, salí de allí, la niebla estaba desapareciendo, seguí paseando por los alrededores hasta llegar a una zona totalmente desbastada, todo estaba destruido, señales de antiguas batallas, la desolación, dolor, todo llegó a mí haciendo que me doblase del sufrimiento que esas gentes debieron sentir en aquellos momentos, lo sentía en mis propias carnes

Huesos de extrañas formas y tamaños estaban amontonados por toda esa zona de la aldea ¿Dónde me encontraba?

El temor empezó a cobrar vida dentro de mí, a cada paso que daba iba creciendo más y más, al igual que iba desapareciendo la sensación del dolor que sentía según me iba alejando de ese lúgubre lugar

--! Mama!!Rosa!!Lüng! ¿Donde estáis?
Empecé a llorar desconsolada, por más que lo intentaba el resultado siempre era el mismo, nadie me respondía.

Estaba desesperada,, un pensamiento cruzó por su mente, !no! !No puede ser! Y si… estuviese muerta, ¿ sería así?.

--! No! Imposible, no puede ser !no estoy muerta!,Él era real ¿Papá, donde estas?

--!!Papá, ayúdame por favor!!!-- caí de rodillas al suelo, tapándome el rostro empecé a llorar desconsoladamente, no podía más, estaba tan agotada que mi cuerpo empezó a perder fuerzas cayendo sobre la tierra húmeda.

Algo me rozó el cabello, creí soñarlo pero esa sensación volvió a repetirse, levanté despacio la cabeza, mi rostro estaba húmedo por las lágrimas,

--Mi niña. Aquí estoy, nunca me fui de tú lado, solo que no me veías—su voz aterciopelada y cálida llegó a mí,

--¿Papá? ¡! Papá!!—me abracé a él, era tal y como lo recordaba en mí memoria.

--Te dije que cuando me necesitases allí estaría—consolándola entre sus brazos

--Te eché de menos papá- no podía contener las lágrimas, todo se me vino abajo en un instante, recordando todos estos años escondiéndonos, yendo de un lado para otro.

--Lo sé, princesita mía

--¿Dónde estoy? ¿Qué es todo eso que vi?

--Restos de mi civilización, de la última batalla que determinó lo que algunos de nosotros somos ahora, mi padre ordenó la mantaza de los humanos que vivían entre nosotros, así mismo la prohibición de matarlos por puro placer, solo y cuando fuese necesario, No todos estaban de acuerdo con su decisión, los humanos no eran nada para ellos, simples ratas de laboratorios para experimentos al mismo tiempo servían de ganado. Hubo una contienda a raíz de esto, los que pensaban como yo, nos unimos para impedir esta injusticia hacía los humanos, otros aceptaron el mandato de mi padre. Pero estaban aquellos que opinaban que no eran nada más que alimento para los que ansiaban el poder…. Ya viste el resultado, cientos de vidas se perdieron en esa batalla, al final acataron las normas de mi padre, solo para los iniciados y poco más, no podíamos tener contactos con ellos, dio la orden de eliminar la progenie de mestizos, los que destacaban por heredar algunos dones de sus padres eran secuestrados y adiestrados para dar caza a los fugitivos …

No fue necesario que continuase hablando, entendí lo que iba a decir, mi padre como Lüng fueron desterrados y condenados a muerte por mandato de su propio padre pero…..

--¿Vosotros? Pero si parece haber ocurrido hace siglos, mamá y yo no somos…

--Sé lo que estas pensando mi niña, ocurrió como tú dices, siglos atrás, el tiempo para nuestra especie es efímero, lo que para ti son siglos para nosotros es un suspiro en el tiempo, yo formé parte de esa batalla, en aquel entonces vi injusto como eran tratados, no podía dejarlo así por lo que me uní a los desertores, mi padre denegó de mí como traidor a la corona dándome muerte como a los demás.

Se veía triste mientras me contaba, amaba a quien supuestamente era mi abuelo, empecé a odiarlo en este mismo instante, abracé a mi padre lo más fuerte que pude no quería que se fuese de mi lado nunca más.

Él me separó limpiándome las lágrimas del rostro diciendo que teníamos mucho por hacer, recorrimos juntos las tierras áridas y solitarias contándome como era de pequeño, sus aficiones y hobbis, me enseñó como canalizar mi poder para que no me volviera a suceder otra vez , explicándome realmente donde estaba mi cuerpo recuperándose y donde estaba yo.



FIN DEL CAPITULO.

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[FICS] El Secreto de Naiara - Capitulo VIII


CAPITULO OCTAVO

Mi mente estaba echa un lío no sabía que hacer, estaba llena de dudas, preguntas sin respuestas, el misterio sobre la procedencia de mi padre y el gran cargo que tenía encima, !Era para volverse loca!.

Rosa era mi apoyo, mi lado de la realidad, la que me mantenía cuerda en este mundo, tenía miedo de que por mi culpa algo le pasara, mi alma humana no lo podría soportar una segunda vez. ¿En que me convertiría? ¿en un monstruo sin control?.Solo pensarlo me daban escalofríos, estaba en un punto crucial en mi vida, si aceptarme tal como soy e intentar superar todos los obstáculos dejando atrás todo lo conocido hasta ahora, o convertirme en un ser miedoso huyendo cada dos por tres, poniendo en peligro a mi madre y todo aquel que fuese cercano a mí, ocultando mi verdadera personalidad por miedo de ser rechazada ante la sociedad.

Cogí la foto de mi padre llevándola a mi pecho “si estuvieras aquí, todo sería más fácil para mí papá”.

Las lágrimas caían libremente por mi rostro, evocando la imagen de mi padre me hacía sentir menos sola, sentía que su alma estaba conmigo.

Era injusto para mi madre llevar la vida que llevaba, lo era todo para ella, siempre protegiéndome aún sin saber realmente lo que me depararía el futuro, ella me apoyaría y llegaría hasta el final solo para mantenerme con vida.

Quería recompensarla por todos sus cuidados pero no sabía como, ella era otro punto muy importante en mi vida por no decir el principal.

--!Naiara, la cena está lista!- la voz de mamá se oyó a través de la habitación.

No tenía hambre pero le haría preocuparse si no comía nada. Fui al baño a lavarme la cara eliminando así todo rastro de lágrimas, fingiría estar bien delante de ella actuando con normalidad.

--Te ves cansada-- se acercó a donde estaba sentada dándome un beso en el cabello.
--No te agobies, verás como todo sale bien, por cierto cuando estabas con Lüng llamó un chico con voz agradable-- me guiñó un ojo al decir esto.
-- ¿Es tu novio?- quiso saber
--!Mamá!
--!Estas chicas de ahora..! También fui joven una vez cariño, se lo que se siente en estas edades,¿lo invitarás a comer ? Hum
--!Mamá, déjalo ya!
--Ok, come anda, te estas quedando en los huesos.

Una hora después en mi cama le daba vueltas al asunto sin llegar a una conclusión, el rostro de ese personaje se coló en mis pensamientos sin darme cuenta “Realmente me estoy volviendo loca” coloqué la almohada encima de mi cabeza e intenté coger el sueño.

Una semana después….

Seguía investigando de cómo solucionar lo de la cúpula, esto se me estaba yendo de las manos, solo me faltaba probar el encantamiento del libro ya que en la semana anterior no pude hacerlo por culpa de los exámenes, con tanto estudiar no tenía tiempo para otra cosa.

Paseaba mirando sin ver escaparates perdida en mis pensamientos, un movimiento en uno de ellos captó mi atención, no ví nada anormal pero mi instinto sabía que algo pasaba en la tienda, me decidí a entrar aunque la sensación de peligro aumentaba a cada paso que daba, las nauseas empezaron a aparecer, metí la mano en el bolso apunto de tocar el pequeño amuleto que nos hizo Lüng en una ocasión.

Se trataba de una pequeña piedra color morada con un símbolo céltico en el centro de una de sus caras, Lüng nos explicó que estaba cubierto con varios encantamientos de los cuales uno de ellos se activaba solo con tocarlo en presencia de seres incorpóreos o invisibles al ojo humano, avisando que el peligro andaba cerca.
El amuleto actuaba ocultando nuestra esencia ayudándonos a pasar inadvertidos ante ellos , a Rosa también le hizo uno , sabía cuan importante era para mí esa humana.

“Vennn”

Esa voz no dejaba de sonar en mi mente, envolviéndome en un letargo a cada segundo que pasaba. Mi cuerpo protestaba por las nauseas, !demasiado tarde! No pude reaccionar a tiempo , esa voz me tenía atrapada me decía que entrase en el interior, mi cuerpo no me respondía por más que intentaba negarme a seguir esa orden, sentí como obedecía ante la llamada de la voz, alargué la mano tocando el pomo de la puerta girándolo a la derecha, el miedo corría por mi cuerpo, el pomo siguió girando hasta que escuché el “clic“ de la puerta al abrirse.


Quería gritar, avisar a alguien para ayudarme a salir del trance en el que se encontraba sumido mi cuerpo, pero de mi boca no salió ni una sola palabra , el terror que sentía estaba cobrando vida en mí interior, el corazón latía desenfrenado queriéndose salir de mi pecho, estaba desesperada, aterrada, las lágrimas acudieron a mis ojos sin ser derramadas, intenté girar la cabeza para pedir ayuda, no me respondía, solo podía ver como se iba abriendo poco a poco la puerta de cristal, las piernas me temblaban, se estaba poniendo muy feo ,¿ por qué no toqué el amuleto cuando pude hacerlo? Ahora las lamentaciones no me servían para nada, estaba muy asustada.

Un paso dio lugar a otro, en frente de mí en el interior de la tienda pude ver como una sobra se iba acercando cada vez más a mí, no pude identificar a que ser pertenecía, pero lo que tenía bien claro que era diferente a los que yo conocía, era la primera vez que me enfrentaba con algo así.

Otro paso más, estaba apunto de traspasar el umbral de la tienda cuando algo tiró de mí en sentido contrario, segundos después me encontraba en medio de unos brazos duros y fuertes, rompiendo así la conexión que tenía con ese ser, no me atrevía a mirar a mi salvador, toda yo temblaba apunto de rendirme y dar rienda suelta a las lágrimas.
Me aferré a ese cuerpo como si mi vida dependiese de ello, eso no era obra de unas simples Driades, me enfrentaba con un ser desconocido cuya magia era superior a las suyas .

--!Eyy! Me vas a asfixiar, no pensé que te alegrases tanto de verme-- reconocí la voz al instante, !Alex!
Me compuse como pude, no podía dejarle ver el temor de momentos antes, él no debía saber lo cerca que estaba de ese o esos seres malignos que se hallaban en el interior de la tienda, debíamos irnos cuanto antes de allí.

Toqué el amuleto, no podía correr el riesgo de volver a caer en sus manos fuese lo que fuese.
--!Vámonos de aquí!- dijo Alex mirando por encima de mis hombros, noté como se tensaba por un momento.

Cogió mi mano alejándome de aquello, mi cuerpo volvió a la normalidad pero aún así no me había recuperado del todo, me preguntaba si él sintió o notó algo, su reacción fue muy sospechosa ¿Intuía él lo que soy? O como Rosa ¿podía notar esas presencias?, esperaba que no, no quería mas preocupaciones por el momento de las que ya tenía, de todas formas su aura era la de un humano normal o eso creía no estaba muy segura de ello.

Alex se comportó con naturalidad como si nada hubiese pasado y yo no quise preguntarle, la tarde pasó muy deprisa a su lado y ya era hora de regresar a casa.

Me despedí de él alzándome para besarle la mejilla. él se movió de manera que nuestros labios se encontraron, solo un pequeño roce que se demoró unos segundos, me separé de él un poco avergonzada mirándole.

--Nos vemos-dijo él marchándose sonriendo.

Esa noche volví a soñar con él, mi personaje de ficción, siempre era lo mismo, estaba enfrente de la fuente con la mano derecha sobre la pequeña figura del hada y con la otra sostenía el libro, su voz me cautivaba pero no podía dejarme llevar por eso, sacudí un poco la cabeza para poder centrarme en lo que el decía, me acerqué más a él mirando la pagina del libro y en efecto era la que faltaba en el mío.

Cerré los ojos su aroma llegó hasta mí, olía a plantas silvestres, tomillo, lavanda, menta, una mezcla de todo junto a la vez, al abrirlos me encontré con un par de ojos marrón oscuro mirándome de cerca ¿Cuándo me había acercado tanto? Me sobresalté alejándome un poco de él.

--Date prisa, se te acaba el tiempo -- dijo con voz melódica

Me tenía hipnotizada ¿por qué me afectaba tanto si solo era producto de mi imaginación?.
Se acercó parándose a escasos centímetros de mí, susurró algo que no entendí
--¿Qué?
--Ve ahora..

Me desperté sobresaltada reflexioné sobre el sueño y lo ocurrido por la tarde, esto se estaba poniendo cada vez peor, era la primera vez que me sentía atrapada en una cosa así, un chico imaginario y un ser con una magia poderosa nada de lo que hasta ahora había conocido ¿Cómo se llegó a introducir? Sabía que el escudo estaba fallando pero todavía funcionaba o… eso creía.

Me di cuenta que llevaba por lo menos casi un mes sin comprobar la cúpula ¿sería eso?¿ la brecha se había hecho más grande?.
!Tenía que comprobarlo ahora mismo!
Miré el reloj, pasaban de la una y media , en casa todo estaba silencioso por lo que mamá estaría dormida, me levanté sin hacer ruido, me puse un chándal de algodón azul pálido, metí el libro de encantamientos y hechizos en una pequeña mochila negra colgándola a mi espalda y con las zapatillas de deporte en la mano bajé despacio las escaleras sin hacer ningún ruido.

En la calle me senté en el suelo para ponerme las zapatillas, ya lista emprendí camino al jardín secreto allí podía ver perfectamente lo deteriorada que estaba la cúpula de protección y con un poco de suerte intentaría hacer lo que debí haber hecho días atrás, restaurarla.

Caminaba lo más deprisa que podía, no era normal ver a chicas como yo pasear solas a estas horas de la noche, no quería meterme en problemas por lo que aceleré todavía más el paso.
Mi sexto sentido me decía que no estaba sola, la piel se me puso de gallina y una sensación de frío recorrió todo mi cuerpo, me paré para mirar atrás, no vi nada sospechoso pero esa sensación seguía estando ahí, seguí caminando de vez en cuando volvía la cabeza para mirar atrás no había nadie solo unos pequeños gatos haciendo de las suyas con una bolsa de basura, sonreí se veían de lo más traviesos y lindos.

La luz de las farolas iluminaban las calles desiertas, lamentaba que a estas horas no funcionasen los medios de transportes públicos.
Ya estaba cerca de la Universidad, evité al guardia de seguridad que protegía el área estudiantil.

Hacía una noche cálida, una suave brisa movía los mechones de cabello escapados de la coleta, me senté en el viejo columpio al lado de la fuente, saqué el libro de la mochila haciendo el conjuro revelador.
Una delgada línea de luz se fue extendiendo por encima de mí, me acerqué a la fuente moviendo el agua al mismo tiempo que decía una oración en latín, el agua quedó quieta mostrándome una replica de lo que podía ser el escudo de protección, se veía varias brechas, una lo suficientemente grande para permitir el paso al interior. Esa apertura era nueva, la última vez no era nada más que una fina grieta.

Debía actuar rápidamente la protección estaba desapareciendo muy deprisa, algo rozó mi hombro sobresaltándome, haciendo que me latiera el corazón a mil por hora, giré en posición de ataque tal como me enseñó lüng en caso de peligro.

--!Eyy, espera que soy yo!-- una sorprendida Rosa protegiéndose el rostro ante mi eminente ataque.

--!No podías haberme llamado, eh! Casi me da un ataque por tu culpa-- me llevé las manos al pecho.

--Te vi tan concentrada que lo mismo ni me oías--
--¿Qué haces aquí a estas horas?-- pregunté

--Lo mismo que tú supongo, algo me despertó y de pronto tuve unas tremendas ganas de venir aquí.

Le expliqué el porque me encontraba aquí, también le conté el extraño suceso ocurrido por la tarde, Rosa estaba asustada

--¿Esto es lo que yo creo que es?-- preguntó ante la imagen que mostraba la fuente.
--Si.
--Hay que avisar a mi papá, tiene que hacer algo o estaremos perdidos-- mirando como se aproximaban pequeñas sombras alrededor del escudo.

-- El no puede hacer nada Rosa, es algo que tengo que hacer yo.
--¿Te lo dijo lüng?.
--No, es algo que he descubierto el solo me ayudó a entenderlo, son esos extraños sueños que he estado teniendo, ahí está la clave de todo.

Cogí el libro y lo abrí por la página que supuestamente faltaba, lancé un hechizo revelador sobre él. Al principio no ocurrió nada pensando que había fallado otra vez, segundos después el libro empezó a iluminarse viendo como una inexistente hoja empezaba aparecer de la nada.

--Tú don está creciendo Naiara-- dijo atónita

Estaba tan sorprendida como Rosa, tragué saliva y decidí seguir los pasos de mi chico imaginario.



FIN DEL CAPITULO.

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