[FICS] El Secreto de Naiara - Capítulo III



CAPÍTULO TERCERO

Mamá trajo unos folletos de varios países entre ellos estaban, Corea, España, Francia, Colombia etc.…

No nos decidíamos a cual ir, estábamos indecisas sabíamos que se encontraban en todas partes solo había que buscar un lugar donde pasáramos desapercibidas.

Decidimos ir a España, un país de Sol se hablaba bien de este país, estuvimos indagando sobre sus ciudades queríamos ir a un lugar con pocas leyendas sobre duendes y hadas que por mi experiencia sabía que eran ciertas.

Toledo fue la ciudad elegida, solo se hablaba de brujas e inquisición nada de seres con alas ni nada parecido, nos instalamos en un pueblecito llamado Villarrubia al principio fue un poco duro, no conocíamos a nadie pero ya estaba acostumbrada a estos cambios.
Prácticamente lo teníamos todo a mano, a pocos kilómetros había pequeños bosques con zonas sembradas por toda clase de vegetales comestibles con árboles frutales, el río Tajo cruzaba sus tierras enriqueciéndolas con su agua, una mina donde sustraen sulfato de la tierra bueno para detergentes y otros usos esta cerca del río, Villarrubia es un pueblo donde la mayoría de sus gentes trabajan en dicha mina, otra pequeña parte en la construcción.

Si, me gustaba vivir aquí tan solo llevamos unos meses y me he adaptado bien igual que mi madre, en todo este tiempo no eché de menos mi hogar tan solo por mi querida amiga, a ella siempre la llevaré en mi corazón pienso mucho en ella y lo que debía de haber echo por ayudarla me culpo por eso, por otro lado llevaba razón mi madre hice lo que tenía que hacer pues no tenía otra alternativa.

El verano llegó a su fin tan solo faltaban pocos días para comenzar el nuevo y último curso, me pongo nerviosa solo en pensarlo se supone que debo estar acostumbrada por las veces que me he cambiado , soy una chica poco habladora lo pasaba realmente mal en estos casos sobre todo a la hora del almuerzo, no conozco a nadie de mi edad y no soy nada buena entablando amistad con las personas, mis vecinas eran dos adorables ancianitas me divertían con sus historias pasadas, me ayudaron bastante con el idioma una de ellas era maestra ,eso me vino genial para enseñarme a pronunciar bien las palabras y explicarme sus significados puesto que en España una sola palabra tenía significados diferentes, después de eso me fue mas fácil entenderlo mamá era mas lenta en aprender pero con mi ayuda y las ancianas iba tirando.

Llegó el primer día de enseñanza, estoy muy nerviosa andando por el pasillo del instituto, veo que los chicos se me quedan mirando siempre es lo mismo cuando llega alguien nuevo solo que no me gusta nada que estén pendientes de mi, sobre todo las chicas mas populares esas tienden a sacarte defectos aunque no lo tengas, siempre es lo mismo da igual ciudad o país, ahí estaban ellas para hace la vida imposible a las menos agraciadas que ellas.

La mañana pasó sin contratiempos algunos de los chicos de mi clase se me acercaban para conversar haciéndome preguntas de mi antiguo hogar y cosas así. La chica que se sentaba a mi derecha me ayudó a quitármelos de encima.

-Gracias- la dije agradecida.
- No tiene importancia se lo que es eso vine aquí hace tres años y es ahora cuando me estoy acostumbrando, es duro si vienes de una ciudad como yo es tan diferente todo por cierto tienes un acento encantador ¿de donde eres?
- De Irlanda.
--Bonito país, jeje lo siento—dijo ofreciéndome la mano—Me llamo Bianca y soy de Madrid capital – dijo ella uniendo nuestras manos a modo de saludo se acercó y me dio un beso en cada mejilla.
-- ¿Cómo te llamas?— dijo al ver que no decía nada, la chica me recordaba a Eileen por el color de pelo y la forma de su cara, su altura es parecida a la mía y un poco llenita pero le sentaba bien llenaba ciertas partes de su cuerpo que a los chicos les volvía locos.
-- Naiara -- la contesté.
--Bonito nombre—dijo mirándose al reloj
-- Vamos a comer algo, seguro que ya cogieron los mejores sitios – cogió mi mano y tiró de mí arrastrándome hasta el comedor.

Nos sentamos con un grupito de chicas, algunas las conocía eran de mi clase otras por cruzarme con ellas en los pasillos, eran simpáticas por lo menos lo parecían, la tal Bianca intentaba meterme en la conversación para que fuera conociendo a las chicas. Lo más raro es que en el tiempo que llevábamos en el pueblo todavía no había visto nada inusual, no veía a ninguno de ellos por los alrededores o eso o que fuesen sumamente poderosos y ocultaban su esencia muy bien, de todas formas no bajaba la guardia por si acaso.

Tres meses después me movía por el pueblo como si hubiera nacido aquí, Bianca y Rosa se abrieron paso a través de mi corazón como hizo en su momento Eileen “mi entrañable amiga” siempre la tenía en mis pensamientos, como cuando íbamos de tiendas, nos pasábamos a lo vestidores para probarnos las prendas mas llamativas y horteras que encontrábamos, riéndonos de nosotras mismas por como nos veíamos con ellas puestas intentando no llamar la atención del dependiente del establecimiento. Agité ligeramente la cabeza a los lados para disipar ese recuerdo que me hacía daño, esos tiempos nunca volverían, debía de dejarlos atrás en los recuerdos del pasado, entonces ¿por qué me seguían doliendo tanto? ¿No dicen que el tiempo lo cura todo?, habían pasado meses de eso y lo tenía latente dentro de mí como si fuera ayer, el sentimiento de culpa no se alejaba de mí ante la duda de poder haberla ayudado ante ellos.

Quedan pocos días para las vacaciones de Navidad, mis diecisiete años habían volado para dar paso a los dieciocho, la vida aquí era tranquila sin peligro aparente, pero no por eso deje mis obligaciones de seguir entrenando. Mi madre ya no me podía ayudar, ella me enseñó todo lo que sabía pero era poco, necesito ayuda para seguir evolucionando mis poderes ¿Quién me enseñaría? Si no saben lo que soy y lo mas extraño ,nadie era como yo en este lugar..

Miro la hora en el reloj de pulsera --ya llegamos tarde para coger un buen sitio en el comedor—susurro para mí, esperando a mis nuevas amigas apoyada a la pared con los libros de texto pegados al pecho sujetos por mis brazos,

La puerta del aula de enfrente de mí se abre dando paso a unas zapatillas deportivas NIKE de varios colores, un poco llamativas para mi gusto, deduzco que es un chico por el número de estas por lo menos un cuarenta y dos sigo ascendiendo mi mirada, el chico lleva unos pantalones rotos por varios sitios de color negro desteñido y con marcas de arrugas del mismo pantalón, una camiseta azul con un tribal en la espalda o eso creo se veía poco el dibujo, la tenía pegada a su cuerpo marcando un abdomen firme de ir a gimnasio a ejercitarse. El chico hablaba con alguien, no sabía quien pues mi atención la tenía puesta en él, le miro el rostro, es guapo con unos labios un poco gruesos para mi gusto pero no estaba mal, el pelo corto de color castaño claro lo llevaba alborotado, sus ojos fueron lo que captó mi atención de un color verde esmeralda con pequeñas marcas a los lados del contorno de los ojos, señal que es un chico alegre y risueño, era la primera vez que lo veía por aquí, el curso llevaba varios meses empezado seguro que era de intercambio, ya había visto un par de chicas desconocidas en mi clase en el día de hoy.

..Es la primera vez que alguien capta mi atención no puedo dejar de mirarlo, su mirada se encontró con la mía por un instante, provocándome escalofríos por todo el cuerpo a la vez que una extraña y cálida sensación iba creciendo en mi interior.
No noté que con quien estaba ya se había ido, él se acercó a mí, no se que hacer estoy tan nerviosa que creo que no saldrán palabras de mis labios.

--¡Hola! Me llamo Alexander, Alex para los amigos – Dice alargando su mano en modo de saludo hacía mí.
---Hola, soy Naiara—le contesté tímidamente aceptando su mano mirándole a los ojos, procurando no fijar la mirada en sus labios que me atraían como la miel a las abejas.
--¡Ploff!—Oí un ruido a mis pies, era un libro que se me había caído, cerré un instante los ojos de fastidio por el dichoso librito teniéndose que caer en ese preciso instante. Al agacharme para recogerlo sentí como nuestras cabezas chocaban por ir a por el al mismo tiempo.
--¡Ay!- Solté sin poderlo evitar tocándome donde me había echo daño, estábamos agachados sujetando el libro los dos, él lo soltó incorporándose me ayudó a levantarme.

Se acercó más a mí, mi corazón empezó a latir desbocado al ver que sus manos iban a la zona dañada para ver si me había echo algo. Lo tenía tan cerca de mí que sus labios estaban a pocos centímetros de los míos solo con levantar un poco la cabeza y estos serían míos

-- ¿Cómo sería besarlo? ¿Qué sentiría con mi primer beso?—Mi mente no dejaba de hacerse esas preguntas, me mordí el labio inferior para no sucumbir a la tentación apenas acababa de presentarse ¿Que opinión tendría de mí si lo hiciera? Y encima sin experiencia, un desastre seguro.

--Tienes un buen chichón, lo siento, solo quería ayudarte—Dijo mirándome sin apartarse, ajeno al remolino de sensaciones que provoca en mí.
En sus ojos apareció un extraño brillo- ¿Sería que él siente lo que yo?- me dije
Permanecimos ahí parados mirándonos uno al otro en silencio, su rostro se movió acercándose poco a poco hacía mí, levanté el mío para ir a su encuentro entreabriendo los labios.

--¡Ey! Nai , ¿esperaste mucho? ¡OH! , lo siento no sabía que estabas acompañada – Dijo Bianca apareciendo de repente un poco sorprendida por la escena que tenía ante ella.

Estaba visto que hoy no era mi día, conozco a un chico tremendamente guapo con el único que deseo besarme en mis dieciocho años de vida y cuando estoy apunto ¡ZAS! aparece Bianca estropeando el momento. La miré queriendo estrangularla, ella abrió mucho los ojos dándose cuenta de lo que interrumpió entre nosotros y quiso solucionarlo dejándonos solos.

--Bueno yo voy a buscar a Rosa y a coger sitio en el comedor, luego te veo ¡Hasta luego!- se despidió de nosotros.
El momento estaba arruinado y yo con la cara más roja que un tomate no supe que decir mirándole cortada.
--Ponte algo frío – señalo mi chichón – te aliviará, encantado de conocerte Naiara ¿o , Nai? – me sonrió divertido.

Mis latidos se dispararon alocados, solo pude asentir con un leve movimiento afirmativo devolviéndole la sonrisa. Él se fue levantando su mano mientras andaba como despedida, tuve que apoyarme en la pared por la impresión que me causó ¿Qué me pasó hace un momento?..

Ahora sé lo que se siente cuando alguien te atrae hasta el punto de darte igual donde te encuentres con esa persona. Todavía aturdida me dirigí hacía el comedor a encontrarme con las chicas.
Hoy estaba lleno de gente y no las veía por ningún lado, me adentré un poco más cuando vi un par de manos agitándose para llamar mi atención.

--¡Hola! Me retrasé lo siento – les dije acercándome a ellas.
--Ja ja ja, ya me gustaría a mi tener el retraso que tuviste—Dijo riéndose Bianca
--¿Como fue? Divino, seguro con el ejemplar que estabas… ¿Cómo es que ligaste con él en su primer día? Cuéntanos venga no te lo calles—dijo impaciente removiéndose en la silla.
--La verdad es que no sé como pasó fue todo tan de repente que me pilló de sorpresa, ¡pero alguien vino y me fastidió la ocasión de saberlo!- contesté irónicamente mirando a Bianca.
--JA JA JA , sorry la próxima vez me quedaré calladita viendo el acontecimiento-- se río la acusada .
--¿Es verdad que nadie te ha besado? Perdona pero cuando me lo dijo Bianca no me lo creí, eres una chica bella con buena figura no me puedo imaginar que sea así—Dijo Rosa algo tímida pero directa.
-- Si, bueno.. es que no estuve mucho tiempo viviendo en un mismo lugar como para interesarme por alguien—les dije.
-- Tampoco lo llevas aquí- dijo Bianca, no se le escapaba una.
-- Tienes razón, pero no se lo que me pasó con es chico- les expliqué.

Tres días después……

Es el último día para las vacaciones todos estábamos deseando que terminase la última clase para celebrarlo, me puse en contacto con mi madre para decirle que llegaría tarde que me quedaría un rato con mis amigos, mi madre como siempre me decía que tuviese cuidado y no bajara la guardia por si acaso.

Amo a mamá siempre preocupándose por mí y dejándose en segundo lugar, de vez en cuando pienso en papá y lo mucho que lo echo de menos, si estuviese conmigo ¡que diferente sería todo¡ ahh mejor pienso en otra cosa no quiero estar nostálgica , quiero pasarlo bien es la primera vez que me siento una persona normal y no lo quería estropear con mis pensamientos.

--¡Hola!- me dijo alguien al pasar por mi lado, cuando levanté la cabeza para contestar al saludo me di cuenta de quien era quedándome muda mientras le miraba como se alejaba con otro chico ¡Idiota de mí! ¿Como no le dije nada?.

--Aquí estas, vamos hemos quedado en “Don Pepe’s”- Rosa vino en mi busca cogiéndome del brazo fuimos al lugar de encuentro

“Don Pepe’s” es un bar de tapas donde se servía toda clase de bebidas con variedad de tapas para acompañar, mirando el lugar, contaba con una barra de madera con un grifo plateado de alguna marca de cerveza, en la parte derecha de la barra pegada a la pared se encontraba una pequeña vitrina exponiendo varias clases de tapas. La mitad de la pared estaba forrada deL este mismo material que la barra dando al local un toque antiguo, la otra mitad tenía fotos del dueño de dicho bar con gente conocida del medio taurino, actores, deportistas etc….. No sé hasta que punto esas fotos eran verdaderas o ficticias, también había una pequeñas mesas redondas con sus respectivas sillas.

El local esta abarrotado de gente conocida, nos sentamos cerca de la ventana al mirar a través de ella vi entrar a Alex acompañado de una chica.

Al lado de ella soy insignificante, es preciosa su pelo rubio hasta la cintura, su figura no envidia a las modelos mas cotizadas del país o sea perfecta a los ojos de los chicos, suspiré sabiendo que con ella no tenía nada que hacer si ya puso los ojos en él.

Los observé por largo rato, tuve que haber aprovechado la ocasión para besarlo en ese momento, me regañé a mi misma por ser tan lenta.

--¿Te encuentras bien? Tu cara se ha puesto un poco roja- me dijo Rosa..
--No te preocupes, no es nada se me pasará- no me pasaba la Coca Cola que estaba tomando del nudo que se me formó por verlos juntos. Era mejor así no podía encariñarme con alguien que no sabia si lo vería al día siguiente por mi situación.

Se acercaron varios chicos de nuestra clase a conversar con nosotras, poco a poco lo saqué de mi cabeza y decidí pasarlo bien.
Sergio un chico de piel morena y ojos negros se me sentó a mi lado entablamos una conversación animada, me cayó bien me hizo reír con sus chistes e historias. El tiempo pasó volando ya era hora de irme a casa lo había pasado bien, Rosa se puso de pie y anunció que se iba aproveché la oportunidad y me levanté también despidiéndome de todos, Sergio se ofreció a acompañarnos a nosotras declinemos la oferta puesto que Rosa vive a una manzana cerca de mi casa.

Estábamos a la mitad del camino cuando noté una pequeña vibración en el entorno, hacía tiempo que no lo notaba por lo que me paré por la impresión mi conciencia me decía que estaba en peligro por lo que empecé a levantar el muro en mi interior, Rosa estaba nerviosa y asustada, algo que me pareció extraño pues un simple humano no lo puede notar.

--¡Tenemos que irnos ya! ¡Apresúrate!—me dijo asustada.
--No hay tiempo, ellos están cerca—la contesté.
--¿Cómo sa…?—No la dejé seguir.
--Tenemos que hablar sobre esto más despacio, ahora haz lo que te diga ¿De acuerdo? nuestras vidas dependen de ello.
--¿Qué debo hacer?- me dijo.
--Lo primero tienes que tranquilizarte, piensa en algo que te haya emocionado últimamente- traté de que su mente se distrajera.
-- ¿Cómo me pides eso? Es imposible- me dijo.
--Está bien entonces respóndeme estoy intrigada por algo- tenía que hacerlo ¡Ya! casi los teníamos encima.
--¿Qué se siente al besar un chico?¿Que tienes que hacer?- esto funcionaría.
--¡QUÉ!
-- Eso, que siento curiosidad— se lo planté así para que la pillara de sorpresa, su mente se quedaría en blanco por un momento, justo lo necesario para que el peligro pasara.
--Eres única ¿como puedes preguntarme eso?.
--Respóndeme.
--UFFF como te diría, depende del chico que te bese, la primera vez que me pasó no supe que hacer me pilló por sorpresa…

Ya habían pasado solo eran dos, sus vestimentas eran diferentes a los de Irlanda no pude fijarme bien porque era de noche pero sí noté que el color de su atuendo era como un marrón o algo parecido.

--¡Naiara! ¿Para que me preguntas eso si no me prestas atención? Yo…..—en ese momento ella se dio cuenta del motivo por el que le pregunté.
--¡Tú! ¿Cómo sabías que al….?—le puse la mano en la boca para que no siguiera hablando.
--Tenemos mucho de que hablar Rosa y será muy pronto te lo prometo.



FIN DEL TERCER CAPTÍTULO

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Algo más que el Destino (Lista de Capitulos)


FanFic          : Algo más que el Destino
Autora          : Mika Geun
Clasificación : ....
Capitulos      : 14

Estado          : Terminado


Lista:
C1 , C2, C3, C4, C5, C6, C7, C8, C9, C10, C11, C12, C13, C14

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[FICS] El secreto de Naiara - Capítulo II



CAPÍTULO SEGUNDO

Tengo diecisiete años, las vacaciones de verano llegan a su fin, en el transcurso de este año hice amistad con una chica llamada Eileen, es simpática y agradable, nos llevamos muy bien, a ella no le importaba mis rarezas.
A mi amiga le gusta un chico que va a nuestra clase, él era en verdad muy atractivo a casi todas las chicas les gustaba pero tenía algo que me hacía desconfiar, hay algo en él que no me gusta, casi no percibo su aura y eso es realmente extraño, no se como avisarla sin delatarme primero.

Tengo dos normas que no debo romper por mi seguridad:
Primera: “no decir a nadie quien soy ni lo que soy”
Segunda: “no revelar la existencia de estos seres místicos”

De todas formas me tomarían por loca, bastante es que soy la rarita de la clase como para decirles que soy Una Sprite o Hobgoblin (mitad hada-mitad humana) así se les llama a nuestra especie híbrida.

Según las notas de papá, las hadas jóvenes les costaba ocultar su identidad, pues su poderes no se hacían latentes hasta cumplir los veinte años a través de una ceremonia de iniciación, no me ponía de que se trataba, lo dejé pasar. A ellos lo único que se les permite a esa edad era la transformación e invisibilidad incorpórea.

Eileen se fue distanciando de mí poco a poco, la llamaba para salir siempre estaba ocupada dándome excusas hasta que un día los vi juntos por una de las zonas más concurridas del pueblo en el que vivimos, me sentí abandonada como antaño cuando era pequeña.

Cada vez la notaba más apagada, indiferente a cuanto la rodeaba, no era la Eileen que yo conocí tiempo atrás, ella me preocupaba, decidí seguirlos para saber a que se debía este cambio en ella.

--Hoy es el día --, les escuché que iban a quedar en el parque Glenveagh , dicho parque estaba a doce km del pueblo, es unos de los parques naturales mas grandes de Irlanda con castillo y jardines botánicos incluidos.

Lo iba a tener un poco difícil para que no me descubriesen, solo podía recurrir a la invisibilidad, era peligroso para mi, ya que hacía poco este don me fue dado y todavía no lo controlaba bien.

El problema es que si usaba este poder las hadas podían verme, pues me pondría a su mismo nivel, corriendo el riesgo de que me descubrieran.

Mi mamá y yo estábamos preparadas por si esto pasaba, estaba casi todo embalado y una garrafa de gas-oil preparada por si nos pillaba de sorpresa y teníamos que partir de inmediato, no era la primera vez que ocurría.

Había salido todo bien hasta ahora, los seguí en la distancia con la moto que me regaló mamá para mi décimo séptimo cumpleaños.

Una vez dentro del parque, le fui observando en la manera de actuar de él, cada vez estaba más convencida de que ese chico era uno de ellos, lo que no comprendía era el empeño de salir con Eileen , ella era una simple mortal - ¿ qué querría de ella? - Me pregunté a mi misma.

Esto de espiar a tu mejor amiga era un aburrimiento, todo pasaba con normalidad en una pareja, que si la cogía de la mano, una caricia por aquí, otra por allá – di un pequeño suspiro.
No sabía nada de relaciones de pareja, nunca me había enamorado ni siquiera había salido con nadie, ni mucho menos haber tenido cualquier roce con el sexo opuesto ¿Que se sentiría ser besada por alguien? Tenía curiosidad respecto a eso.

Me fijé en el entorno que me rodeaba, era realmente bello el paisaje que tenía frente a mí.
A lo lejos se veía el castillo de Glenveagh, tenía una torre rectangular, estaba edificado en cuatro plantas cosa que era extraño en esa época, estaba abierto desde las diez de la mañana hasta las seis de la tarde, esto último lo leí del folleto que cogí en la entrada, se veía interesante.

Un murmullo empezó a oírse, cada vez se hacía más notorio, hablaban en un dialecto que no entendía pero que sin embargo conocía a la perfección, miré a mi amiga ella no daba señales de que podía oírlo como yo, me preparé como siempre hacía cuando ellos estaban cerca, me concentré en vaciar mi mente de toda clase de pensamientos y sentimientos, cogí mi bolso para sacar el libro de emergencia que tenía para estos casos.

Me concentré en la lectura, levantando un muro en mi mente, podía observar cuidando que ningún pensamiento traspasara el muro o estaría perdida si fuese así.

Ellos llegaron a mi altura, fijándose en mí, yo seguí leyendo, haciendo cada vez más grueso el muro de mi interior.
Iban vestidos con ropas extrañas y de color verde, las blusas de estos seres estaban abiertas casi hasta la cintura, dejando ver su pecho y parte de su abdomen desnudo, su piel era morena con matices dorados, las mangas eran largas con una apertura a lo largo del hombro hasta la muñeca.
Los pantalones si es que se le podían llamar eso, eran de un tono de verde más oscuro, ceñidos a los muslos de estos, lo extraño era que no se veía costura por ningún lado.

Tenían un hermoso rostro, uno de ellos era una chica con aspecto delicado y mas baja que ellos, lucía un espeso y bonito pelo largo de color castaño- rojizo, ella vestía una túnica corta con un hombro al descubierto, mostrando sus bien y torneadas piernas, del mismo color verde que el de sus compañeros.
Uno de ellos, se paró y me miró por largo tiempo extrañado.

Seguí embelesada con la lectura, ignorando la presencia de ellos, se supone que a los ojos humanos no había nadie parado allí.

El más guapo de los tres chicos, se me acercó, poniendo su mano en mi libro mientras observaba mi rostro fijamente, noté como intentaba leerme el pensamiento, yo actué como si tal cosa, pasé a la hoja siguiente atravesando su mano incorpórea, haciéndole creer que delante de mí no había nada.

El se retiró despacio, dudoso todavía por mi reacción indiferente, unos segundos después se unió a sus compañeros reanudando la marcha, les habló en su dialecto, todos me miraron, mantuve la calma todo lo que pude frente a ellos.

Se fueron acercando donde estaban Eileen y su compañero, parándose a escasos metros de donde ellos estaban sentados.

El novio de mi amiga les miró disimulando una sonrisa, su mirada era malévola, me dio escalofríos poniéndome los pelos de punta, no, esa persona no era humana ahora lo sabía con toda seguridad, su aura acababa de aparecer era la misma que las de sus amigos confirmándome quien era.

Tenía miedo por mi amiga pero no podía hacer nada, todavía no estaba preparada para enfrentarme a ellos, ni siquiera a uno de ellos.
Quería llorar, tuve que reprimir ese sentimiento por si lo detectaban.

Se colocaron en circulo rodeándolos, mi amiga no se daba cuenta de lo que pasaba a su alrededor, estaba embobada con el chico, no sabía al peligro que se enfrentaba.

De pronto vi como perdía el conocimiento él la tumbaba en el suelo, estaba como dormida, todo pasó muy deprisa ante mis ojos, el chico se situó al lado de sus compañeros, ahora no había dudas de quien era él.

Lo que tenía delante de mí, era un ritual de iniciación, se necesitaba a una víctima humana, para lograr el su cometido. Ahora entendí las notas de mi padre,, para obtener los poderes las hadas a sus veinte años necesitaban algo proveniente de los humanos, solo que no comentaba nada de un sacrificio ni qué era lo que necesitaban.

Estaba desolada sin poder hacer nada, tenía que escapar de allí lo antes posible, sin que ellos notasen mi presencia, eché una última mirada a mi amiga.

Una extraña neblina empezó a salir del cuerpo de Eileen rodeándola por completo, el chico que estaba con ella se arrodilló enfrente, agachándose empezó a absorber la neblina.

Era momento de escapar, me moví despacio alejándome del lugar en que me encontraba, sentí que había traicionado a Eileen dejándola a solas con ellos pero mi instinto me decía que tenía que salir de allí como fuese.
Me dirigí al castillo donde había más gente, ya a salvo en el interior fui a los baños encerrándome en uno de ellos, di rienda suelta a mi dolor no pude contener por mas tiempo las lágrimas que me quemaban por dentro.

Encogida sobre mi misma sentada en la taza, me sentí culpable del suceso era una cobarde no hice nada por salvarla ¿Cómo no me di cuenta antes de lo que él era? ¿Habría cambiado algo? Esas preguntas las tenía grabadas en mi mente.

Arrepentida de haberme ido, me armé de valor tenía que ayudarla aunque perdiera mi vida en ello.

Volví al lugar donde pasó, no había rastro de ellos, solo el cuerpo de Eileen tirado en el suelo, me acerqué a ella casi no veía por las lágrimas que corrían libremente por mi cara, la sostuve en mis brazos meciéndola contra mi cuerpo desesperada, había llegado tarde y todo por mi culpa si hubiese sido más valiente me habría enfrentado a ellos sin importar el resultado.

Me di cuenta que respiraba levemente, saque fuerzas de donde pude, suerte que ella era menudita para poder llevarla a la espalda, sus pies rozaban la tierra haciendo surcos mientras caminaba, no podía hacer otra cosa por ella solo intentar salvarla si llegaba con vida.

Al verme, la gente vino a socorrernos, enseguida la llevaron dentro para examinarla poco tiempo después apareció una ambulancia que nos llevó a las dos al hospital mas cercano.

Llevaban varias horas con ella, se me hicieron eternas, estaba muy nerviosa esperando que solo fuese el susto y nada más,.
Se abrió la puerta dando paso a los doctores que la atendieron, tenían la cara seria, un nudo fue formándose en mi interior no quería escuchar lo que dijesen, no, no quería oírlo sus expresiones no me gustaban.

--Lo siento, no se puede hacer nada mas por ella, está en estado vegetativo – los médicos informaron a sus padres después se dirigió a mi diciéndome-- ¿No viste que le ocurrió?

Con todo el dolor de mi corazón tuve que negarlo no pude hacer otra cosa, vi a mí mamá por el pasillo buscándome desesperada, salí corriendo a su encuentro abrazándola desconsolada por la noticia.

--¿Que pasó?, -- me limpiaba el rostro con sus delicadas manos.

--Fueron ellos, mama, lo vi todo y no hice nada por ayudarla—dije bajito en un mar de lágrimas con un sentimiento de culpa inmenso.

Ella me abrazó fuertemente contra sí apoyando su cabeza sobre la mía, por su rostro caía una lágrima, me dijo apenada y triste:

--No podías hacer nada más cariño, si la hubieses ayudado ahora no estarías conmigo eres una amenaza para su especie, te hubieran eliminado sin pensarlo tu instinto te salvó la vida.

Levantó la cabeza para mirarme entristecida.
--La próxima vez sigue tu instinto lo has agudizado con los años aunque tu corazón te diga otra cosa eso te salvara de situaciones difíciles de ahora en adelante.

--¿Qué la hicieron, para dejarla así? – La pregunte después de contarle lo que había pasado -- ¿Qué era esa niebla rodeándola?

--El alma cariño, necesitan un alma humana para poder concluir el ritual, de esta manera sus poderes son llamados para convirtiéndose en un hada completamente adulta.

Una semana después…..

Abrí la puerta de la habitación del hospital donde se encontraba Eileen me acerqué despacio, estaba sola sus padres se habían ido a comer me senté en la silla mas cercana a ella cogiendo la pálida mano acariciándosela.

--¿Por qué tuviste que ser tú? Perdóname por favor donde quieras que estés, perdóname- volví a llorar desconsolada.

Me sentía tan sola sin ella, llegué a acostumbrarme a su presencia, la quería tanto, después de todo fue mi primera amiga.
El sentimiento de culpa no me dejaba tranquila ni un momento Eileen se había perdido o dejado de existir, lo que tenía delante era un cuerpo vació sin vida, un cascarón hueco sin nada dentro.

Tomé una decisión, me vengaría por ella y de todas esas personas que eran victimas en sus manos, estudiaría hasta caer rendida, encontraría la forma de vencerlas, no dejaría hasta lograrlo aunque perdiera la vida en el camino encontraría una forma de vengarla.
Me acerqué para besarla en la frente era mi despedida, con todo el dolor de mi corazón salí por la puerta sin mirar atrás.

La situación había cambiado algo pasaba lo notaba, las veía por todas partes con más frecuencia que antes, se estaba volviendo peligroso el vivir aquí teníamos que tomar la decisión de volver a irnos, dejando atrás los recuerdos dolorosos.

Al llegar a casa me esperaba mi madre apoyada en el marco de la puerta, no había cambiado mucho en estos diez años pasados unas cuantas arrugas en el bello rostro, su figura esbelta era la misma parecía mi hermana mayor en vez de mi madre, me sentía muy orgullosa de ella, tan valiente no me extrañaba que mi padre se hubiera enamorado de ella.

La informé sobre la situación en la que nos encontrábamos, en el transcurso de la semana se había duplicado el número de estos seres por los alrededores, estaban buscando algo y tenía miedo que ese algo fuese yo.

Últimamente había descuidado mi persona poniendo en peligro mi vida y la de mi madre, seguro que ellos habían detectado mi existencia y me estaban buscando

Era el momento de marcharse a otro lugar ¿cual sería el adecuado? ¿Existiría algún lugar donde estuviese a salvo de ellos? 
FIN DEL SEGUNDO CAPÍTULO



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