[FICS] El Secreto de Naiara - Capítulo V


CAPITULO QUINTO


--¿Que pasó? Te ves alterada--la observé por un momento.
--¿Dónde podemos hablar? Aquí no es seguro—dijo Rosa
--¡Ven! vamos fuera de aquí—la cogí de la mano.
Salimos del edificio hasta llegar a la parte de detrás donde había un pequeño jardín abandonado con un columpio oxidado por el tiempo, tenía tres asientos uno de ellos estaba en mal estado daba la sensación de que si te sentabas no aguantaría el peso rompiéndose en mil pedazos, los otros dos estaban en mejores condiciones por lo que nos aventuremos a sentarnos.

Rosa miraba alrededor sorprendida por lo que estaba viendo luego me miró extrañada y curiosa.
--¿Desde cuando sabes que esto está aquí?-- Preguntó intrigada.
-- Digamos que desde poco antes de comenzar las vacaciones de Navidad al poco de descubrir que tú sabías algo, ese día iba sumida en mis pensamientos tenía ganas de estar a solas por lo que decidí dar un paseo, observé que por aquí no había nadie y decidí venir.
--Quedé sorprendida como tú cuando vi esto por primera vez—señalé el pequeño jardín.-Desde entonces cuando quiero estar sola o me preocupa algo vengo aquí a meditar, parece extraño ¿verdad? aquí encuentro una paz inmensa, libre de preocupaciones. —la dije.
--Tuvo que ser en sus tiempos un bonito jardín— Rosa señaló los rosales secos que estaban en forma de ovalo, con una pequeña fuente en el centro ennegrecida con el paso de los años, no se distinguía bien la forma de la fuente estaba desgastada, parecía la figura de un niño agachado sosteniendo un pequeño ser entre una de sus manos, en la otra un cetro de bronce bellamente adornado lo sostenía de forma amenazante hacia el pequeño ser.
--¿Sabes nunca me fijé en la fuente, qué extraña ¿ verdad?—me acerqué para verla mejor
Rosa se levantó quedando paralizada al ver la fuente, perdiendo todo el color de sus mejillas temí que se desmayase en ese instante por lo que la obligué a sentarse de nuevo en el columpio.
--¿Te encuentras bien?- -pregunté un poco asustada por como la veía.

Rosa seguía sin decir nada su mirada la tenía puesta en la figura de piedra. Al cabo de unos segundos que me parecieron horas empezó a reaccionar volviendo un poco el color a sus mejillas.
¿Qué te pasó?—pregunté curiosa y preocupada a la vez.

--¡Dios! ¿Cómo la encontraste?—volvió a preguntarme emocionada, se levantó para examinarla de cerca tocando con delicadeza el cetro su rostro se llenó de lágrimas, se giró mirándome.
--¡Ven! Rápido—me dijo. Me acerqué a ella ¡ahora si! Me moría de la curiosidad por la reacción de ella ante la fuente desgastada.
--Mira, observa lo que tiene en su mano izquierda y dime lo que es o te parece que pueda ser—me dijo emocionada.

Me acerque lo suficiente como para tocar la piedra, me agaché un poco para verlo mejor, el corazón empezó a latirme deprisa ¿por qué sentía que estaba relacionada con mi mundo?.
Observé el pequeño objeto que sostenía con la mano.
--¿Eso es…? No, no puede ser además es diminuta—negándomelo a mí misma.
--Si exacto, es una hada, ellas pueden adoptar el tamaño que quieran cuando llegan a ser adultas.
--¿Ves el cetro con lo que la amenaza el niño?.
--Si, ¿Qué significa todo esto?—pregunté asustada.
--¿No te extraña que nadie venga por aquí? O ¿que no sea mencionado por la gente?.
--La verdad que al principio lo pensé, pero después me alegré de que fuera así, quería estar sola me siento segura cuando estoy en este lugar.
--Es por lo que está aquí, solo hay veinte repartidas por todo el mundo, es muy difícil llegar hasta ellas, estas fuentes son el pilar de nuestra magia es por lo que este pueblo es uno de los lugares más seguro para nosotras, aunque me preocupa lo del otro día—pensando en el día que nos cruzamos a esos seres.

--Observa el cetro, es uno muy antiguo y elaborado, uno de gran poder, esta fuente advierte a las hadas y duendes del bosque que no deben traspasar la línea mágica. Es un lugar sagrado. Por eso me decía papa que aquí no había nada que temer, lo que no entiendo es ¿Por qué yo no lo ví?
--Entonces ¿crees que me escogió a mí?—esto se estaba poniendo cada vez más interesante.
--No sé, pero lo averiguaré, mi padre tiene que saber algo de eso.
--Pero sigo pensando que ¿como pudieron pasar esos tres Dríades?—insistió Rosa

Volvimos a los columpios para sentarnos

--¿Qué me querías decir?—la dije volviendo al tema anterior.
--¡Oh! Eso, bueno creo que sé donde me mandan mis padres, pero no estoy muy segura de que eso exista.
--Me tienes envilo, ¡suéltalo ya! – insistí.
--El otro día los pillé hablando a escondidas, creo que no es ninguna clase de universidad, más bien es una institución para gente como nosotras. —me dijo
--¿Pero.. eso existe?, nunca oí algo parecido, bueno jeje hay un montón de cosas que no sé realmente-
-- Es hora de irnos se nos está haciendo tarde—dijo Rosa al mirar su reloj.

Llegué a casa dejando todo el material de estudio en la entrada, más tarde me ocuparía de los deberes.
--¡Mamá!- la llamé pero no contestó, eso era muy raro en ella siempre me estaba esperando, recordé que por la mañana estaba muy misteriosa ¿le pasaría algo? Preocupada la busqué por toda la casa, salí al patio interior y allí estaba sentada, no estaba sola.
Me fijé en el señor que la acompañaba era una persona anciana, su rostro parecía juvenil quitando las arrugas de su frente, la de los lados de su boca y su pelo completamente blanco, su cuerpo atlético no mostraba la edad de su rostro, era una persona atractiva. Nunca vi tal combinación en una persona mayor pero este señor era diferente, sus ojos reflejaban siglos de sabiduría. Al mirarlo noté su aura lucía exactamente como mi papá ¿Entonces era un… hada?, mi corazón me dio un vuelco temerosa de lo que esto podría significar, intenté darme la vuelta sin que me viesen para salir de allí pero no me dio tiempo.
Él se fijó en mí levantándose e inclinando su cabeza me saludó, no sabía que hacer era la primera vez que me encontraba en una situación como esta, mi mamá se levantó al verme llegar, se acercó a mí, me cogió por el codo y hizo que me adelantara para poder presentarme.

-- Naiara te presento a Lüng, unos de los líderes del clan Tuatha de Damna, clan al cuál perteneció tu padre antes de que lo mataran. Quiere hablar contigo – dijo mamá apenada
--Os dejo a solas para que habléis, se compresiva ¿OK?— me dijo mamá al irse pero antes me besó como hacía siempre que llegaba a casa.

Estoy muy nerviosa por primera vez tendría contacto con la gente de mi padre, pero…. ¿No fueron ellos los que condenaron a mi padre y a nosotras a salir huyendo?¿ No fueron ellos los que mandaron matarlo por que supuestamente éramos un peligro para su gente?.
Cada vez que me hago esas preguntas más ganas tengo de atacarlo aunque supiese que me vencería antes de empezar pero no sería por no intentarlo.

La furia iba creciendo más en mi interior ¿Por que ahora? ¿Que es lo que querían de mí? Y sobre todo ¿como sabían donde encontrarnos?
Todas esas preguntas y más se amontonaban en mi mente hasta el punto de no oír lo que él decía.

--Sé que esto es difícil para ti, sobre todo con la muerte de tu padre pero a partir de ahora eso cambiará, llevamos años buscándote, solo hace un par de días que dimos con vosotras—dijo el anciano emocionado mirándome a los ojos.

Esto se estaba poniendo interesante con cada palabra que me decía, mi padre me dijo una vez que no me fiara de ellas si por algún motivo ellas me hablasen, podían engañar a cualquiera con dulces palabras pero… ¿Y si fuera cierto? ¿Si solo buscasen protegernos? A estas alturas ya no sé en que creer le daré una oportunidad, lo dejaré hablar y si me convence ya se vería lo que haríamos mamá y yo sobre este asunto.

--Llevamos mucho tiempo buscándote, tu padre se puso en contacto con nosotros poco antes del accidente, quería que terminases tu formación en nuestros centros de estudio, que fueses entrenada como lo que eres, lo poco que te dejó tu padre no es suficiente para que tu magia avance necesitas evolucionar, aprender nuevas cosas que ni siquiera te hubieses imaginado que podrías hacer con tus dones—Me explicó el anciano.

No sé si creerlo o si me estaba engañando, tengo que hablar con mi madre necesito su opinión sobre esto estoy tan confundida, hoy fue un día muy intenso, demasiadas emociones en tan poco tiempo.

--No sé, necesito pensarlo—contesté dudosa.
--No hay mucho tiempo, la cúpula de protección de este lugar está por desvanecerse, al venir aquí vi algunas brechas—mencionó preocupado.
--¿Cómo puede saberlo?—esta intrigada.
--No te olvides de quien soy—Me miró directamente a los ojos.
--Pero..¿Supuestamente la magia es invisible como lo ve?—cada vez estaba más interesada por el asunto.
--No se ve, se siente, para alguien con mi experiencia eso es fácil, un juego de niños-- me respondió.

--Los guardianes de este lugar deben encontrar la fuente del poder para poder restaurarla o estarán en peligro.
--¿Qué aspecto tiene?—pregunté, tenía la corazonada que era el jardín con la fuente, la verdad que no me quedé muy conforme con lo que me dijo Rosa del lugar.

--Normalmente es como un paraje abandonado para no captar la atención por si alguien lo pudiese ver, cosa que es casi imposible para los ojos humanos solo aquellos que posean ciertos dones lo podrían ver.
--¿Y como sabemos que es ese él lugar? Por que hay sitios así en todas partes.—dije interesada.

Tenía curiosidad por nuestro jardín ¿Sería lo que dijo Rosa? Por que si era así teníamos que hacer algo al respecto o ¿sería coincidencia que en el preciso momento de la rotura de la cúpula, hubiésemos aparecido, Lüng y yo?

--El sitio tendrá algo como esculturas, bancos tallados con motivos relacionados con la magia, cosas así y sobre todo tendrá un pequeño cetro, ya sea pintado, tallado o en escultura, es ahí donde la magia del lugar reside.
--Interesante—logré decir impresionada.

Todavía no tengo la suficiente confianza como para revelárselo pero por lo que dijo era urgente repararlo ¿sería posible hacerlo? Tenía la sensación de que la fuente era muy antigua.

--¿Quién puede reparar la cúpula?—tengo que saberlo, hablaré con Rosa en la primera ocasión que tenga, pensé.

Él se quedó mirándome un buen rato sin decirme nada ¿no estará leyendo mis pensamientos? Porque no noto nada, pero tampoco me fío mucho de él.

--Hay otras maneras de saber lo que pasa en tu cabecita, sé que no soy digno de confianza pero quiero que sepas que nuestra organización no tiene nada que ver con ellos, con los que mataron a tu padre—me dijo serio.
--Nosotros somos renegados de la especie por no querer seguir sus normas, no somos asesinos aunque la iniciación es inevitable, es ahí donde pocos de nosotros nos damos cuenta de que no queremos hacer daño a los humanos.—siguió
-- Estamos condenados a muerte si ellos nos encuentran, por lo que formamos una especie de refugio donde nuestros hijos e hijas puedan aprender a usar sus poderes para defenderse de ellos.

Al oír eso quedé impresionada entonces ¡era verdad que había gente como yo! Me hizo sentir mejor, como cuando conocí a Rosa.

--Puedes confiar en mí si tienes algo que decirme, por que lo tienes ¿verdad?, se que te resulto extraño por aparecer ahora de la nada, te aseguro que estas a salvo conmigo.

--Hace unas semanas vimos pasar a tres Dríades cerca del centro del pueblo, no nos vieron pero a mi amiga Rosa le extrañó muchísimo pues era la primera vez que los veía adentrase tanto—le confié.
--¿Quién es Rosa?—me preguntó
--Es una humana—le dije dudando si decirle quien era realmente.
--¿Una humana? Y ella los vio?—me pregunto.
--Ella es especial—contesté.
--Debéis tener cuidado, el proceso de desintegración del escudo está desapareciendo. Seréis presas fáciles para ellos.
Mamá apareció con una jarra de té y unos vasos, dejó todo sobre la mesa sentándose a mi lado.
--¿Se quedará? Es muy tarde – dijo mamá
--Solo sino molesto—me miró.
--Se lo agradecería, me gustaría que me contase más de ese sitio donde quiere que vaya—le dije.
--Será un placer—me miró agradecido.

Al día siguiente…..

El cielo estaba nublado con amenaza de lluvias cogí un pequeño paraguas y lo metí en el bolso por si acaso. Hoy tenía muchas cosas que contarle a Rosa, esperaba ver la cara de asombro de mi amiga cuando se enterase a quien tenía hospedado por unos días en casa.
Como siempre iba distraída cuando choqué con alguien.
--¡Ehhh!!Ten más cuidado por donde andas niña!—dijo una voz conocida.
Levanté la cabeza para ver quien era y a la vez disculparme con él.
--Lo siento no te vi—Delante de mí se encontraba Alex más lindo que nunca, con todo lo ocurrido casi me había olvidado de él.
--Nai, algún día te vas hacer daño por no mirar por donde vas ¿siempre eres así?— dijo.

Se me quedó mirando fijamente, bajando de vez en cuando su mirada a mis labios, me puse colorada recordando el beso que me dio en fin de año. Mi pulso se aceleró al instante, él tenía que sentir lo que yo pues ninguna palabra más salió por su boca seguía mirándome sin decirme nada.
Estamos ahí parados cerca de la puerta de entrada rodeados de gente que entraba y salía sin embargo no veo a nadie más que a él frente a mí, envueltos de un silencio cargado de sensaciones cuando de repente un dolor terrible se formó en mi cabeza, imágenes en medio de una neblina empezaron a surgir, parajes de bosques, casas de extrañas construcción, gentes vestidas de forma diferentes y Rosa en medio de todas esas personas.
Un rostro destacaba entre toda esa gente, era un chico diferente a todos los que hasta ahora había conocido, su rostro es hermoso de labios carnosos y risueños los ojos fueron lo que más me llamó la atención parecía asiático con profundos ojos rasgados y oscuros se parecían un poco a los de Lüng, ¿Seria humano? .Ese rostro se me quedó grabado mientras me recuperaba.

--¡Naiara! ¿Estas bien?, de repente te desmayaste cayendo al suelo, me asustaste—dijo Alex conmigo en sus brazos.

Estaba aturdida ¿Qué había pasado? Y ¿Ese rostro de quien era? No podía sacarlo de mi cabeza me impresionó muchísimo ¿Y por que Rosa salía también? Esto es muy extraño solo hay una persona que me puede contestar a estas preguntas.

Rosa vino corriendo nada más enterarse de lo sucedido me hacía preguntas que no la podía contestar delante de Alex por más que la hice señas para que se callara ella seguía sin darse cuenta de lo que estaba haciendo.

--¡Rosa, para! Estoy bien—tuve que decirla.

También se acercó nuestra amiga Bianca que hacia tiempo que no se juntaba con nosotras desde que empezó a salir con un chico de un grado superior al suyo, ella hablaba en contadas ocasiones con nosotras pero por eso no nos impedía que saliésemos de vez en cuando las tres juntas, nos une una fuerte amistad a las tres, solo que ella no sabe nada de nuestro mundo y así seguiría por su propio bien.

Rosa y yo quedamos en el jardín de la fuente después de las clases tenía que decirle sobre el anciano hada, quería que lo conociese.
Él podía enseñarnos como restaurar el escudo que nos protegía que por alguna razón sabía que esto no era casual debía de investigar sobre esto.

Era casi de noche cuando Rosa y yo nos fuimos a nuestras casas decidimos que mañana después de las clases se lo presentaría.
Decidí confiar en él, le contaría todo lo que sabíamos sobre la fuente pero él nos ayudaría a reparar el escudo mágico del lugar.

Horas después….

No podía dormir en mi mente estaba el rostro de ese chico ¿Quién podía ser? ¿Estaría de alguna forma ligado a mí? ¿Sería como yo? O por el contrario ¿sería uno de ellos? Ese último pensamiento me hacía daño, no se porque pero no quería enfrentarme a él y hacerle daño.



FIN DEL CAPITULO

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