CAPITULO DECIMO
Raquel y Alba esperan sentadas pacientemente en el pasillo del hospital las noticias de los médicos. Unos metros mas allá, se encuentran sentados Kim Garam y Goo Soo. Los dos hombres hablan muy bajo entre ellos en coreano. El nerviosismo de las dos amigas es muy evidente y los dos hombres no quieren intranquilizarlas con sus comentarios.
Maria, lleva ya unas horas en la sala de operaciones. En esos momentos, llega Park Hye y saluda con una inclinación, tomando asiento junto a sus amigos.
Las puertas que aíslan a los posibles familiares de los quirófanos se abren y salen dos médicos que preguntan en coreano, quien es el familiar mas cercano de Maria. Kim Garam se levanta, saluda y habla durante unos minutos con ellos, mientras es observado con cara de preocupación por el resto del grupo. Cuando los cirujanos se marchan, Raquel y Alba ansiosas por las noticias, preguntan a Kim por el estado de su amiga. Kim parece mas relajado que hasta hace unos minutos y les comenta que Maria tiene varias fracturas en las costillas, magulladuras y que la han operado para extirparle el bazo. Su estado no es grave, pero aun estará unas horas en la UVI y luego unos días en observación, internada en el hospital. Raquel y Alba respiran tranquilas. En sus caras se refleja la angustia vivida durante las últimas horas. Las dos amigas están muy cansadas.
Los tres hombres hablan entre ellos y deciden que puesto que de momento, no se puede hacer nada mas, es ilógico que ninguno se quede en el hospital, ya que Maria está incomunicada.
Abandonan el hospital. Raquel, se marcha con Goo Soo hacia el hotel. Kim Garam se despide con el compromiso de que regresará a primera hora al hospital. Park, toma a Alba por el brazo y la conduce hasta su auto. Durante el trayecto no hablan una sola palabra. La lleva hasta el hotel y la acompaña hasta su habitación. Park le tiende la mano a Alba cuando están delante de la puerta, como pidiéndole la llave. Alba ni siquiera lo ve, extrae una pequeña tarjeta del bolso y la introduce en la ranura. Él abre la puerta y los dos pasan al interior.
Alba está como absorta en sus pensamientos. No parece ver a su acompañante. Ni siquiera se da cuenta de lo que hace. Sus pensamientos están en otra parte. Se han quedado junto a su amiga en el hospital. Su preocupación hacia su amiga es muy evidente. Park la observa en silencio y la deja hacer.
La ve extraer algo de ropa del armario y entrar en el baño. Se acomoda en uno de los sillones y espera pacientemente a que ella salga. Los minutos se suceden y Park, cansado, se queda dormido. Se despierta pasada mas de una hora y se sobresalta porque no ve a Alba. Se levanta y va hacia la puerta del baño. Duda durante unos segundos, pero al fin se decide y llama despacio a la puerta. Nadie responde. Vuelve a llamar, ahora un poco mas fuerte. Sigue sin obtener respuesta, por lo que decide entrar. La puerta no está cerrada desde dentro.
El baño está lleno de una neblina, el vapor del agua caliente. A Park le cuesta al principio hacerse al entorno. Cuando por fin puede ver con claridad, descubre a Alba en la bañera. Parece dormida. Está sumergida parcialmente en el agua caliente y cubierta de espuma. La llama despacio. Pero Alba no responde. Se acerca a ella y la observa durante unos segundos. A pesar de la espuma que llena la bañera, Park puede ver parte de su cuerpo desnudo. No puede evitar recorrerlo en silencio con la mirada. Vuelve a llamarla. Alba sigue sin contestar. Extiende la mano y le toca la frente, al mismo tiempo que le retira el pelo de la cara. Alba esta completamente dormida. Exhausta por las horas que ha pasado en el hospital y la preocupación por su amiga.
Park, No puede evitar sentir una inmensa ternura por ella. Intenta despertarla con cuidado, pero no lo consigue. Se remanga las mangas de la camisa y mete los brazos en la bañera, alrededor del cuerpo de Alba. La extrae con cuidado, con una inmensa ternura. La lleva hasta la cama y la deposita en ella. La cubre y se sienta en la cama junto a ella. La observa durante unos minutos. Dormida en un profundo sueño. Olvidada ya la incertidumbre de los primeras horas después del accidente. Descansa tranquila.
Le acaricia la mejilla con la mano. Se inclina y le da un cálido beso en la mejilla. Se aparta y la observa de nuevo un instante. Se inclina y la besa en los labios. Con una inmensa ternura que lo estremece desde lo mas profundo de su ser.
No quiere dejarla sola. Por lo que decide pasar la noche en la habitación. Se quita la camisa, que deja sobre uno de los sillones y se acomoda encima de la cama, junto a ella. Mirándola. Antes de dormirse, repasa mentalmente los acontecimientos de los últimos días.
Su vida ha cambiado en cierto sentido. Sus prioridades, aunque le cueste reconocerlo, ya no son las mismas de antes. Siente una atracción por Alba, que no es capaz de comprender del todo. No está seguro de sus sentimientos y le cuesta reconocer que ella se ha convertido en una parte importante de su vida. Le frustra la necesidad que tiene, cada vez mayor, de verla, de escuchar su voz...¡de sentirla!. Se duerme contemplando su rostro.
Park se despierta pasadas unas horas. No entra apenas luz a través de las cortinas del ventanal. Se levanta y va hasta la ventana, descorre las cortinas y contempla la noche de Seúl. Millones de luces de colores inundan la gran ciudad que nunca duerme. Pero desde detrás del cristal, no escucha ningún ruido. El paisaje urbano, parece una postal en movimiento. Miles de luces de neón se encienden y apagan. El continuo movimiento de coches, hace que sus luces en la noche, compongan hileras de colores blancas y rojas.
Park, se queda durante unos minutos mirando el paisaje, hasta que le da frío y se dirige a la cama. Esta vez, se mete en ella, tapándose. Lo ha hecho sin pensar, sin acordarse de que Alba reposa desnuda bajo las sábanas. Siente el calor que desprende su cuerpo. Se estremece al sentirla tan cerca, incapaz de ahogar un sentimiento que lo inunda lentamente y por completo. Se gira para observarla a la cara. La tiene tan cerca, que puede sentir la tibieza de su aliento en el rostro. Alba duerme tranquila, sin saber los sentimientos que despierta en él.
Bajo las sábanas, Park busca el cuerpo desnudo de Alba y cuando lo toca, la siente suave, caliente. Lo acaricia, incapaz de contenerse. Con delicadeza, intentando que ella no note su caricia. No se despierte. Alba parece no percatarse de nada. Sumida en un profundo sueño, que en ese momento, a él le beneficia. Poco a poco se da cuenta que su deseo se hace mayor. Su urgencia se ahoga entre las sábanas. Le gustaría besarla con pasión, demostrarle que quiere y sabe amarla. Pero aún muerto de deseo, se contiene y deja de tocarla, a pesar de que su miembro ha cambiado por completo y quiere poseerla. No se retira de su lado, pero no sigue acariciándola.
Alba se mueve inquieta bajo las sábanas, buscando un hueco donde sentirse a gusto y continuar con sus sueños. Lo encuentra entre los brazos de Park, que la deja recostarse sobre el, sin molestarla; facilitando en cierta manera, que su abrazo se haga mas intimo. Park la estrecha entre sus brazos, mientras un estremecimiento recorre su cuerpo entero. La besa dulcemente en la frente y en ese momento Alba se despierta.
Abre los ojos poco a poco, como saliendo de un profundo sueño del que le cuesta despertar. Al principio no sabe donde está, después, conforme la luz va tomando forma en su mente, recuerda los últimos momentos vividos antes de dormirse. Su salida del hospital, volver hacia el hotel con Park en el coche, meterse en la bañera. No recuerda en que momento se durmió, pero está segura que ella, no se ha metido a la cama. Siente el abrazo cálido y fuerte de unos brazos que parecen intentar acariciarle el alma. Eleva la vista y busca los ojos de la persona que la abraza, aunque en su interior, sabe perfectamente que es él. Los encuentra mirándola con autentica devoción. Con pasión contenida. Con una inmensa ternura, que le derrumban todas las barreras que intenta en vano levantar entre ellos. Se hunde sin remedio en sus ojos color café, profundos y en este momento...¡apasionados y sinceros!. Lo ve acercarse muy despacio, sin dejar de mirarla a los ojos y rozarle los labios en un beso tibio, que ha sido poco mas que una simple caricia. Alba siente de pronto una ráfaga de excitación que la inunda. Caliente y húmeda. Se sorprende de su propio deseo y se enfada consigo misma. Intenta retirarse, escapar de su abrazo, pero el se lo impide, con ternura pero con firmeza. Oprimiéndola aún mas entre sus brazos. Alba, puede sentir cada músculo de su torso desnudo. Su calor, su excitación cada vez mas urgente. Su respiración que se acelera por segundos.
- No te marches, le dice junto a su boca, en un susurro - ¡Déjame amarte!
Alba no puede remediar estremecerse oyendo sus palabras, y sabe que él puede sentirla. Cierra los ojos como respuesta. Entonces él la besa de nuevo, despacio, humedeciendo sus labios con la lengua, entrando poco a poco en su boca, abriéndose camino, mientras la oprime entre sus brazos cada vez con mas urgencia. Alba intenta retirar su cara, alejarse de su boca. Él le toma la cara con el índice y el pulgar , obligándola a girar la cabeza y mirarlo. Alba inspira profundamente.
- ¡Dios!, piensa – huele a él. A sudor fresco y limpio. A Park.
Él desliza la mano hacia abajo y se detiene en su cuello, acariciándolo. Acerca de nuevo su boca y la besa junto a la oreja. Deslizando su lengua, dejando un rastro húmedo sobre su piel. Alba se mueve inquieta. El le acaricia la cara y recorre con dos dedos la comisura de sus labios, separándolos, dejando un hueco por el que mete los dedos y acaricia su lengua. Alba intenta no responder a su caricia. Se mantiene quieta. Sin moverse, dejándolo hacer, pero sin participar de su juego.
Park se recuesta parcialmente sobre ella. Irradia sexo desde cada poro de su piel. Alba siente su cuerpo desnudo sobre ella. Cálido. Firme. Fuerte. Moviéndose despacio. Buscando su sitio. La besa en la boca, ahora con mayor pasión, sin ningún rastro de pudor o vergüenza. Alba no puede evitar responder a su beso. Una ráfaga de deseo recorre los dos cuerpos que gritan en silencio por unirse. Un gemido se escapa de sus labios sin darse cuenta. Park responde a su deseo con un deseo mayor, incapaz ya de contenerse, de poner freno a su urgencia. Le besa los senos, uno detrás de otro, juguetea con uno de los pezones, introduciéndoselo en la boca. Lo succiona con pasión, mientras se mueve sobre su cuerpo y lo recorre con sus manos. Alba siente que algo estalla dentro de su pecho, y se mueve con el, acoplándose a su ritmo, perdida ya toda señal de control a todo lo que no sea puro sexo. Arquea su cuerpo, invitándolo a poseerla, incapaz de resistirse por mas tiempo.
Park se deshace del resto de su ropa antes de inundar su vientre y caderas de besos. Alba le acaricia el pelo, mientras no puede evitar estremecerse de nuevo bajo sus caricias. Arquea su espalda, invitándolo a tomarla poco a poco. El le acaricia la entrepierna con la lengua y la nota húmeda, llena de deseo. La besa con delicadeza, con ternura, acercando el clítoris hasta su boca. Succionando su sexo. Alba gime una vez, otra...otra, hasta que Park no puede contenerse por mas tiempo y la cubre por completo. Alba siente un calor que la inunda desde lo mas profundo de sus entrañas, cuando el introduce su miembro dentro de ella con una pasión que los desborda a ambos. Penetrándola y haciéndola gemir de nuevo, incapaz de contenerse. Se mueve a su ritmo, mientras siente sus arremetidas cada vez con mas fuerza, vibrando juntos, sumergidos en una pasión que parece no tener fin. Alba se aferra a su cuerpo perfecto, cubierto ahora de sudor. Él parece detenerse un instante para mirarla a los ojos. Alba se hunde en ellos, mientras distingue la pasión y el deseo en su mirada. No puede evitar un gemido que ahoga en su garganta. Sin dejar de
mirarla, Park vuelve a su ritmo, ahora con mas fuerza y excitación. Alba tiembla bajo su cuerpo, se estremece por las caricias de su sexo, mientras no aparta la mirada de sus ojos. Se muerde el labio inferior y siente como el orgasmo los inunda a ambos, mientras Park ahoga su gemido cubriéndole la boca con un apasionada beso.
Sin apartarse de encima de ella, Park la observa durante un instante y posa su boca sobre la suya. Con ternura. Rozándola apenas. No busca que le corresponda, solo es un gesto de agradecimiento.
* * *
Lee Sun In se ha enterado del accidente de Maria por los medios. La noticia de que la extranjera que acompaña últimamente a Kim Garam ha sufrido un accidente, se extiende como la pólvora por todo Seúl. Preocupado por Alba, decide llamarla por teléfono. A lo largo del día, intenta contactar con ella sin éxito, por lo que decide que irá al hotel a última hora del día para hablar con ella y si es posible, tranquilizarla con respecto a su amiga y ofrecerle su ayuda incondicional. Su trabajo lo tiene muy ocupado, pero hoy no se concentra en absoluto en el, debido en gran parte a la preocupación que siente por Alba y sus amigas. A última hora del día se dirige al hotel y después de preguntar en recepción y cerciorarse de que Alba no está en su habitación, decide esperarla en la cafetería. Pide una botella de soju que le sirven de inmediato con un vaso, que llena y se bebe de un trago. Durante mas de una hora espera sentado a la barra del local, con la vista puesta de vez en cuando en la entrada del hotel, mientras continua bebiendo y vacía la botella. No puede evitar una punzada de rabia y dolor, cuando ve llegar a Alba acompañada de Park. Los observa desde lejos y decide esperar a que el se marche, antes de subir a hablar con Alba. La frustración se apodera poco a poco de el, conforme el tiempo transcurre y no ve salir a Park del hotel. Le asalta la duda, de que quizás Park se ha marchado y él no ha sido consciente del hecho. Está tentado de marcharse, pero no quiere dejar las cosas así y decide subir a la habitación de Alba.
Llama a la puerta despacio, intentando no molestar al resto de huéspedes, pero como no obtiene respuesta, llama mas fuerte y espera.
Alba ha escuchado llamar a la puerta y se levanta sobresaltada, cubriéndose con la sabana, mientras Park la contempla recostado en la cama.
- Pueden ser noticias de Maria, dice preocupada, mientras se dirige a la puerta y abre.
Se queda clavada en la entrada, con la puerta abierta de par en par y sin saber como reaccionar. Lee se cuela dentro de la habitación y avanza varios pasos por el pasillo, hasta que llega a los pies de la cama y ve a Park sobre ella. Los dos hombres se miran un instante. Park con la sorpresa reflejada en sus ojos. Lee con la indignación y la rabia que casi es incapaz de contener.
Alba cierra la puerta y vuelve sobre sus pasos. Contempla a ambos hombres, primero a Park y luego a Lee. Puede apreciar claramente la furia y la rabia en la expresión de este último, mientras mira a Park.
Lee Sun, no dice nada. Se vuelve y la mira directamente a los ojos. Alba se siente repentinamente avergonzada. La situación no puede ser mas embarazosa. Ella de pie, desnuda y cubierta por una sábana. Park tumbado en la cama, desnudo y cubierto parcialmente por el resto de la ropa de la cama. Lee Sun, de pie junto a ella y mirándola con expresión de recriminación. Da media vuelta y se dirige a la puerta. Alba lo detiene cuando pasa por su lado, sujetándolo por el brazo. El la mira a los ojos, mientras trata de sonreírle. .
- Te dije, que no me gustaba. Le dice ignorando por completo la presencia de Park - No es bueno para ti. Park Hye Jin solo se quiere a si mismo.
Alba hace amago de explicarse, pero realmente no tiene explicación para lo que le ocurre cada vez que tiene cerca de Park. Solo sabe que cada vez que el la toca, una llama se enciende en su interior y es incapaz de sofocarla. Hace tiempo que se dio cuenta de que lo ama profundamente, pero que al mismo tiempo, la intimida y no se siente del todo segura a su lado. Retira la vista de Lee y gira la cabeza. Lee Sun le toma la cara con una mano y la obliga a mirarlo. Se acerca a ella y le da un beso dulce y tierno en la frente. Park asiste a la escena en silencio. Luego se dirige a la puerta seguido de Alba, cuando la abre se vuelve y la mira de nuevo a los ojos. Alba puede ver una lágrima que se desliza por su mejilla.
- Park Hye Jin, solo se quiere a si mismo, repite – Nunca...nunca, serás lo primero en su vida. Para ti, el amor es siempre lo primero. Para él...el amor no tiene cabida en su vida y te hará daño. No quiero verlo. Le dice entrecortadamente, con emoción contenida y pasión en sus palabras.
- Te amo demasiado... .
FIN DEL DÉCIMO CAPÍTULO

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